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El enésimo milagro de Tom Brady sobre un emparrillado de la NFL

Bastaron dos series de un partido aparentemente perdido, para que TB12 nos recordara que todavía hay bastantes historias por escribir acerca de su carrera

No sabemos cuántas páginas le restan por escribir a Tom Brady en el enorme libro de su carrera de NFL, pero una cosa es segura: todavía no estamos listos para la conclusión.

Este lunes por la noche, en un "Monday Night Football" complicado, pesado y por ocasiones somnífero, el quarterback ganador de siete Super Bowls ofreció un recordatorio más de que hay historias en el tintero cuando se trata de su inigualada trayectoria.

Luego de sufrir por casi 55 minutos de un pésimo bloqueo de su línea ofensiva, casi nula ayuda de su backfield, y múltiples balones dejados caer por parte de sus receptores, Tom Brady se las ingenió para armar dos series de touchdown en las últimas dos posesiones de Tampa Bay, parta darle la vuelta en el marcador a unos New Orleans Saints que dominaron, en apariencia, toda la noche en el Raymond James Stadium.

Y, esa apariencia fue convincente.

Brady fue divisado visiblemente frustrado en la banca, gritando airadamente. Las jugadas que se mandaban desde los auriculares del coordinador ofensivo Byron Leftwich no estaban funcionando, y lo único rescatable hasta el momento en la noche para los Bucs, es que la defensiva se había doblado pero no quebrado, limitando a los Saints a tres goles de campo y un touchdown, cuando parecía que la cuenta debía haber sido más alta.

Después, llegó otro milagro de TB12. Con 5:21 por trabajar, y abajo por 13 puntos, comenzó nuevamente a repartir el balón, moviendo las cadenas, y avanzando campo abajo. Pases para Mike Evans, Julio Jones y Leonard Fournette revivieron a una ofensiva que parecía en hibernación, y a la marca de los 3:00, Brady consiguió su primer pase de anotación de la noche, desde 1 yarda, para el ala cerrada novato Cade Otton.

Faltaba trabajo por hacer.

La defensiva forzó un tres y fuera de New Orleans y recuperó la posesión para Brady, con 2:29 por jugarse.

Y el maestro volvió a poner manos a la obra, como ha sucedido tantas veces, pero siempre asombrándonos de nueva cuenta, casi como la primera vez.

Brady se recargó en Otton, Jones y hasta Scotty Miller para volver a ponerse en posición de anotar, antes de lanzar una conexión de touchdown que hizo sonar los cañones en Tampa Bay. ¿El problema? Una penalidad contra Donovan Smith --el liniero ofensivo más castigado de la NFL en el último par de años-- anuló la anotación e hizo retroceder a los Bucs.

Otra vez, al campo.

Esta vez, otro novato, el corredor Rachaad White fue el que se quedó con el paso anotador del triunfo, el bueno, con tres segundos en el reloj, para que Tampa Bay se quedara con la victoria. Fue un touchdown con un nuevo hito para la legendaria carrera de TB12: el pase de touchdown para el triunfo con menos tiempo en el reloj de juego por jugarse. Tres segundos.

Los Bucs se separaron por partido y medio de los Atlanta Falcons en la punta del Sur de la Nacional, para acercarse un poco más al título divisional que les garantice un partido de playoffs en casa. Quizás, la estadía en postemporada sea corta, o quizás no. Por ahora, la proyección indica que habrá una visita de los Dallas Cowboys, a quienes ya vencieron en el debut de temporada regular, bajo condiciones muy diferentes.

Pero, antes de eso, restan todavía cinco semanas de campaña regular. Cinco recordatorios de que, pase lo que pase con la carrera de Tom Brady cuando llegue el fin de su campaña, todavía hay capítulos importantes por escribirse.