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Del emparrillado al viñedo, la trayectoria de Dick Vermeil

Después de una carrera que lo llevó al Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, Vermeil ahora se enfoca en sus vinos

SON LAS 6:30 A.M., y la primera luz no se ha asomado todavía por encima de las Montañas Mayacamas, cuando Dick Vermeil se monta en un tractor.

En este día de septiembre en el Valle de Napa, California, es temporada de cosecha. Vermeil está recogiendo uvas petite sirah de las parras a un punto de recolección, donde serán llevados al viñedo para su conversión en una de las 11 variedades de Vermeil Wines.

Vermeil observa el paso frenético de los trabajadores que le rodean. A diecisiete años del fin de su carrera como head coach de la NFL, Vermeil, de 86 años de edad, todavía piensa y habla como uno. Pasa su tiempo estudiando a los 12 trabajadores y nota cómo cada uno de ellos hace su labor de cortar las uvas de la vid en un modo ligeramente distinto.

Vermeil señala a uno de ello y lo llama "mi recluta de primera ronda".

"Se destaca, pero todos trabajan fuerte. No hay un tipo que yo cortaría del equipo. Pero, los ordeno, y estoy eligiéndolo a él en la primera vuelta".

Vermeil, quien ganó 120 partidos como coach para tres equipos de la NFL y un campeonato de Super Bowl en el 1999 con los St. Louis Rams, no es el único miembro del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional con su nombre en la etiqueta de una botella de vino. Mike Ditka, por ejemplo, es otro.

Pero, Vermeil no solamente prestó un nombre al viñedo. Trabaja en él, también. Vive al otro lado del país, en una propiedad de 100 acres a las afueras de Philadelphia, pero dijo que, en la mayoría de días, todavía hace algo de trabajo para el negocio de los vinos.

Como coach, Vermeil fue conocido por su intensidad y estilo demandante. A menudo, trabajaba días de 20 horas que culminaban con él durmiendo en la oficina, y a menudo requería lo mismo de sus asistentes. Dirigiía prácticas largas y físicas, que a veces llevaban a sus jugadores a la sublevación.

Siempre un coach de fútbol americano, Vermeil asiste a las reuniones anuales de la vinícola armado con apuntes que se parecen a uno de sus voluminosos libros de jugadas.

"La preparación que invierte para esas reuniones, es como un plan de juegos para el fútbol americano", escribió Michael Azeez, uno de los mayores inversionistas en Vermeil Wines. "Escribe todo en un bloc de notas. Tiene una lista completa que pone a nuestra consideración, ya sea que se trate de un modo mejor de hacer algo, o la creación de un vino nuevo, o el modo en que los vendemos.

"Esa cualidad de retar a la gente se nota en nuestras reuniones gerenciales".

Hacer vinos no es un reemplazo para dirigir fútbol americano, en términos de la emoción que aporta. Pero, hay satisfacción, también. Vermeil dice que obtiene satisfacción de ver a la gente disfrutando sus vinos.

Y aunque no fue su idea convertir Vermeil Wines en un negocio, dice que mucho se parece a dirigir a un equipo.

"Más te vale contar con buenos coaches", explicó Vermeil. "En el negocio de los vinos, te conviene tener grandes personas en posiciones para hacer el vino, gente que sabe lo que está haciendo".

Vermeil Wines no es un gran productor, creando unas 2,500 cajas por año, comparado a los mayores productores nacionales que producen maquilan decenas de millones de cajas anuales. Pero, los vinos frecuentemente reciben altas calificaciones, con varios superando los 90 puntos en la escala a 100 de Wine Advocate. Vermeil tendrá un cabernet sauvignon ofreciéndose en el 2024 para conmemorar su enaltecimiento del 2022 en el Salón de la Fama.

La temporada de cosecha, no obstante, Vermeil está más involucrado en el área de comercialización del negocio. Frecuentemente viaja por el país vendiendo en vino.

"Grandes corporaciones o clubes de golf, si ellos logran que Dick Vermeil vaya a hacer una presentación vino, ya sea una cena o una degustación, eso usualmente estimula muy buenas ventas", describió el ex presidente y gerente general de los Kansas City Chiefs, Carl Peterson, quien es propietario del 15 por ciento de la empresa. "Está dispuesto a hacer eso con su tiempo. Ha sido el catalizador, sin duda.

"Nos fuimos 14 años en números rojos, y los últimos dos años hemos estado en números negros. Estamos haciendo dinero. No mucho, pero no tenemos más llamados de capital. Encima de eso, estamos haciendo un vino muy bueno. Creemos que eso está directamente relacionado con el papel de Dick. Es Dick y el énfasis que le pone".

VERMEIL CRECIÓ EN Calistoga, California, en el lado norte de la región más famoso en el país para la producción de vino. Su bisabuelo, Jean Louis Vermeil, originalmente de la Toscana, llegó a los Estados Unidos y se asentó en el área de San Francisco. El Valle de Napa le recordó a casa, así que comenzó a comprar propiedades, viñedos y hortalizas.

Los Vermeils hicieron vino con sus uvas a pequeña escala, sobre todo, para el consumo familiar. Incluso cuando tenía apenas unos 6 o 7 años, a Dick se le asignó ayudar en la trituradora de uvas, girando la prensa, y recibiendo su primera exposición al negocio.

Para comidas en ocasiones especiales, sus padres le servían a Vermeil una copa con la mitad de vino, y la mitad de agua.

"El vino siempre fue parte importante de las comidas en días festivos", expuso Vermeil. "Abríamos la nueva cosecha de mi abuelo, y los adultos la discutían. Yo me sentaba allí a escuchar cada palabra. Estaba fascinado por ello.

"Dejo una imagen para mí, lo importante que era este producto para mi familia y para muchas familias".

Le tomó algunos años a Vermeil meterse al negocio de los vinos. Primero, fue coach, inicialmente a nivel preparatoria en California, luego en el colegial en UCLA, y finalmente 15 años en la NFL con los Philadelphia Eagles, Rams y Chiefs. Su tiempo en la NFL se vio interrumpido por un descanso de 14 años, durante el cual Vermeil sintió que necesitaba alejarse para combatir el estrés, y dando pie a la menos convencional de las carreras para un coach del Salón de la Fama.

Hacia el final de su trayectoria, Vermeil deseaba honrar a su bisabuelo poniendo su nombre en una botella. Lo mencionó a un amigo del Valle de Napa, quien hacía vinos desde su casa, y un par de centenas de cajas honrando a Jean Louis fueron creadas.

Cuando estaba dirigiendo en Kansas City, la última parada en su carrera, distribuía las botellas como regalos de Navidad a miembros de su equipo. Los amigos se acercaron a él cuando se retiró como coach por última ocasión en el 2005 con la idea de convertir su hobby por los vinos en un negocio.

Vermeil estuvo de acuerdo, convirtiéndose en un propietario del 15 por ciento de la operación. El grupo de inversionistas compró una pequeña vinícola en el 2007, y para el año siguiente colocaron en nombre de Vermeil en la etiqueta.

Su primera botella era una mezcla de cabernet sauvignon, cabernet franc y petite sirah llamado simplemente XXXIV por la edición del Super Bowl ganado por Vermeil y los Rams sobre los Tennessee Titans, y todavía se producen unos cuantos cientos de cajas de XXXIV cada año.

TODD COLLINS FUE llamado a la oficina del coach después de una práctica de receso de campaña de los Chiefs. El quarterback suplente supo de inmediato que se trataba de malas noticias.

"Solo deseaba saber si quería ir a una cata de vinos en Kansas City con él aquella noche", recordó Collins. "Con Dick, no era tímido a la hora de compartir su afecto por el vino con algunos de los jugadores".

La influencia de Vermeil sobre algunos de sus jugadores cuando se trata del vino, es considerable.

El corredor Tony Richardson colecciona botellas, las cuales guardas en un sótano en casa que él llama "The Vermeil Room."

Un número de jugadores de Vermeil con los Chiefs están involucrados en el vino de uno u otro modo. Collins y otro de los quarterbacks de Vermeil, Trent Green, es dueño cada uno de un 1 por ciento de Vermeil Wines. Un tercer quarterback, Damon Huard, posee una vinícola en el estado de Washington con Dan Marino, llamada "Passing Time". El ex receptor abierto Eddie Kennison alguna vez fue propietario de una tienda de vinos en Kansas City que vendió cuando se mudó a Louisiana, pero dijo recientemente que planea abrir otra allí.

"Saldríamos a cenar durante el campamento de entrenamiento, solo los quarterbacks, y repentinamente se aparecía una botella de merlot en nuestra mesa", declaró Huard. "El mesero nos decía, 'Coach Vermeil les envía esto'. Ciertamente me enseñó la apreciación por la comida y el vino. Cuando era más joven, podía beberme una copa de vino, más como un coctel que otra cosa. Él era más de cómo maridar con la comida para resaltar la experiencia.

"Él apoyó mucho a 'Passing Time' cuando comenzamos, comprando mucho de nuestro vino. Incluso ahora, me da consejos sobre cómo manejar el negocio".

El amor de Vermeil por el vino alguna vez lo metió en problemas con la NFL. Antes de que el pateador de lugar Morten Andersen intentara un tardío gol de campo para el triunfo de los Chiefs en un duelo cerrado contra los Raiders, Vermeil prometió a Andersen una botella de cabernet sauvignon de Bryant Family Vineyards, con un precio de alrededor de 500 dólares, en caso de acertar.

Vermeil habló después de su obsequio para Andersen, pero la liga dijo que hubiera sido una violación a las reglas del tope salarial.

Vermeil y su esposa, Carol, celebraban cenas en su departamento de Kansas City para grupo de jugadores. El edificio tenía inicialmente una regla acerca de no asados en las terrazas, pero cedió para los Vermeils, para que pudiera cocinar para los jugadores.

"Dick y Carol mencionaron que habían preparado muchas de esas cenas", dijo Collins. "Ellos lo hicieron cuando Dick dirigía en la preparatoria, cuando dirigía en el colegial, cuando dirigía en la NFL. Ellos dijeron que no sabían cuántas veces lo habían hecho, pero tendrían que ser cientos y cientos de ellas. Las esposas iban, las novias. Sera una cosa para la química del equipo.

"Nos sentábamos a comer cortes que preparaba Dick en la parrilla. Había ensalada y vegetales. Y, siempre había algo de vino. La cosa con Dick es que nunca lo veías beber demasiado vino. Siempre decía que, como niño, había vino en la mesa, lo mismo que la sal y la pimienta. Era una parte esencial de la comida, porque potenciaba a la comida. No estaba allí para beber en exceso''.

VERMEIL EVENTUALMENGTE FINALIZA su día en los campos, pero no antes de recibir una llamada de otro coach ganador de Super Bowl, el ex timonel de los New York Giants, Tom Coughlin, quien estaba enviando a Vermeil una dirección para un vino destinado a un evento caritativo de Coughlin.

Más tarde en la sala de cata de Vermeil Wines en Napa, Vermeil sirve vino a clientes desde detrás de la barra. Habla con uno de los clientes que vivió en Philadelphia cuando Vermeil dirigió a los Eagles hace 40 años. La esposa del aficionado se aproximó entonces a Vermeil, diciéndole cuán contento estaba su esposo por haber saludado al coach.

Todo es parte del trabajo del día para el entrenador miembro del Salón de la Fama.

"No es una cuestión de mucho dinero, pero al menos pagamos todas nuestras cuentas y hacemos vinos excelentes", comentó Vermeil. "No soy un tipo muy conocedor del vino. Conozco algo de lo básico. No pretendo ser un experto. No tengo un paladar sofisticado. Sé lo que me gusta. Sé cuáles vinos me saben bien, y si te sabe bien, es buen vino, sin importar lo que pagaste por él".