El quarterback de los Browns no luce como un pasador de élite, ni mucho menos uno que merezca un contrato de 230 millones de dólares
CLEVELAND -- Deshaun Watson no parece un quarterback sereno o de élite. De hecho, nada en él sugiere que sea un jugador por el que se desembolsaron 230 millones de dólares ni que pueda salvar a una franquicia.
Ni de cerca.
Tras dos partidos de su primera temporada completa con los Cleveland Browns, persisten las dudas sobre si Watson puede ser de nuevo el quarterback que lideró la NFL en pases hace tres años con Houston. Menos probable aún parece que pueda convertir a Cleveland en un candidato al Super Bowl.
Por ahora, Watson no es siquiera un quarterback promedio. Se ubica cerca del último sitio en la mayoría de las categorías estadísticas principales.
Y en vista de que el corredor estelar Nick Chubb sufrió una lesión en la rodilla izquierda que pondrá fin a su temporada durante la derrota por 26-22 en Pittsburgh, Watson ha perdido a un aliado indispensable en la generación de jugadas.
El mariscal de campo tendrá que hacer incluso más para que el ataque de Cleveland funcione. El problema es que hasta ahora no ha hecho mucho.
Watson estuvo simplemente extraviado de principio a fin el lunes frente a los Steelers.
Su pase corto en la primera jugada del partido le rebotó en las manos al ala cerrada Harrison Bryant y fue desviado hacia Alex Highsmith, quien lo devolvió 30 yardas para una anotación que dio a los Steelers la ventaja por 7-0 cuando habían transcurrido apenas 9 segundos.
Y ello marcó la pauta para uno de los encuentros más locos entre estos rivales enconados.
El último envío de Deshaun Watson se fue por encima de Donovan Peoples-Jones.
Watson completó 22 de 40 envíos para 235 yardas y un touchdown. Sufrió la intercepción que derivó en el touchdown de Highsmith y soltó dos balones, además de ser capturado seis veces.
Se le marcaron dos castigos por tomar de la máscara a los rivales, y se enfrascó en una discusión acalorada en la que propinó un empujón a un árbitro. Ello ha generado especulaciones de que la liga lo sancionará.
El jugador de 28 años ha recibido una oleada de críticas de la prensa y los aficionados, por su desempeño en un partido de alta audiencia televisiva.
La temporada pasada, volvió tras purgar la suspensión de 11 partidos que la NFL le impuso por infringir la política de conducta personal. Casi una treintena de mujeres lo acusaron de agresiones y hostigamiento sexual durante sesiones de masaje.
A su regreso, Watson dijo que su desempeño gris obedecía a su larga inactividad; tampoco jugó en 2021. Se suponía que un campamento completo de prácticas corregiría eso.
No ha sido así.
Lo que funciona
La defensiva de Cleveland parece de verdad.
Por segundo duelo en fila, la línea presionó, los derribos fueron certeros y, salvo por una falta de comunicación que derivó en un largo avance de Pittsburgh hasta las diagonales, el grupo coordinado por Jim Schwartz hizo lo suficiente para ganar.
Lo que falta
Las jugadas dispuestas por Kevin Stefanski, lo mismo que la estrategia del entrenador, no siempre parecieron alinearse con las virtudes ofensivas del equipo.