Jalen Hurts intentará liderar a los Philadelphia Eagles en su misión de tomar revancha frente a los Kansas City Chiefs en el Super Bowl LIX.
NEW ORLEANS -- En silencio y bajo control.
Tras ganar su segundo Campeonato de la NFC en los últimos tres años, el mariscal de campo de los Philadelphia Eagles, Jalen Hurts, prácticamente repitió su rutina; se prendió un cigarro alejado de la prensa, e interiorizó lo hecho en silencio.
En parte, porque esa es su personalidad, pero a la vez sabe que todavía el trabajo no está terminado.
Después de todo, Hurts jugó posiblemente el mejor partido de su carrera en su anterior participación en el Super Bowl, y ni aún así le alcanzó para vencer a los Kansas City Chiefs.
“Ha sido un viaje interesante, con distintos matices”, aclaró Hurts. “Pero no tengan dudas de que esa derrota encendió un fuego en mi interior”.
Esta campaña no empezó de la mejor manera para Hurts, quien cometió siete pérdidas de balón en las primeras cuatro jornadas (2-2).
Los Eagles estaban pasando, quizás, una crisis de identidad, pero no tardaron en darse cuenta del impacto inmediato de Saquon Barkley, por lo cual la ofensiva se basó en su corredor de allí en adelante.
Tal es así, que Philadelphia llega a este Super Bowl con más yardas por tierra que por aire.
Eso derivó en algunos cuestionamientos sobre el ataque aéreo, pero cuando su equipo necesitó de él, Hurts respondió en grande ante Washington Commanders.
“Cada vez que dudan de él, saca su mejor versión a relucir”, enfatizó el tackle ofensivo Jordan Mailata. “Es alguien que siempre pone al equipo por encima de sí mismo”.
Hurts a veces retiene el ovoide demasiado y acepta capturas innecesarias, y no siempre anticipa de la mejor manera, sobre todo cuando tiene que atacar el centro del campo.
Sin embargo, lo que no se puede cuestionar es su récord. Tiene un registro de 42-12 desde el 2022.
“Todos tienen un preconcepto de cómo debe lucir un mariscal”, declaró Hurts. “Ganar es lo que importa”.
El equipo de Nick Sirianni regresa con Philadelphia después de caer ante los Chiefs hace dos años.
Y el mariscal de los Eagles ha ganado en todos los niveles. Aún más importante, es el hecho de que maneja las situaciones adversas como un genuino líder.
Ninguna más evidente que cuando fue sentado a favor de Tua Tagovailoa en el Campeonato Nacional, mientras jugaba para la Universidad de Alabama; lo único que hizo desde entonces fue apoyar a su compañero.
En situaciones adversas se ve el verdadero carácter, y por eso sus compañeros lo admiran y lo siguen.
Muchos de ellos han admitido que Hurts está más vocal esta temporada, pero a la vez valoran también la calma que aporta en el medio del caos de un partido.
“No quisiera a ningún otro mariscal liderando a mi equipo”, confesó el entrenador en jefe Nick Sirianni. “Es un ganador, que injustamente ha recibido muchas críticas, y la manera en la cual las ha manejado, dice todo acerca de su carácter”.
Entiendo que quede la sensación de que la ofensiva debiese ser más explosiva con A.J. Brown, DeVonta Smith y Dallas Goedert como principales objetivos, pero Sirianni entendió qué es lo que le hacía mejor al equipo.
Y si bien Hurts no siempre estuvo tan contento, nunca se alejó de la meta definitiva.
Esa meta la puede cumplir este domingo, y poner a todos sus críticos en su lugar. No obstante, Hurts no se enfoca en esa parte de la ecuación.
“Ganar un título sería un sueño”, concluyó Hurts. “Hay que estar enfocados, entender nuestro rol, y mostrar nuestra mejor versión. Este grupo se merece un anillo, y haremos todos lo posible por conseguirlo”.