KANSAS CITY -- El evento más notable de la semana para uno de los favoritos para ganar la División Oeste de la AFC sucedió cuando los Oakland Raiders extendieron por cinco años el contrato a su quarterback franquicia Derek Carr.
El momento más notable de la semana para otro de los favoritos a ganar la división sucedió cuando los Kansas City Chiefs anunciaron –a un mes del inicio del campamento de entrenamiento—que iniciarían la búsqueda de un nuevo gerente general.
Este es el relato de dos franquicias. Carr y el gerente general de los Raiders, Reggie McKenzie fueron todo sonrisas el viernes durante la conferencia de prensa para anunciar el contrato del quarterback.
Aunque ahora es el jugador mejor pagado en la historia de la NFL, Carr habló sobre su deseo de dejar dinero (en el tope salarial) para que otros compañeros que también merecen un aumento sean firmados. McKenzie habló de su deseo de lograrlo.
Mientras tanto, los Chiefs se escondieron detrás de un comunicado que no explicó sus razones para dejar ir al gerente general John Dorsey.
En Oakland tienen un plan. Con Carr contratado a largo plazo, McKenzie y los Raiders tienen tiempo de asegurar a otros buenos y jóvenes jugadores como el linebacker Khalil Mack, el liniero ofensivo Gabe Jackson y el receptor Amari Cooper.
En Kansas City, los Chiefs no parecen tener plan y si lo tienen, necesitan mejorarlo. Buscar un gerente general en la víspera del campamento de entrenamiento no debería ser parte de ningún guión.
El desarrollo de las situaciones en Oakland y en Kansas City no determinará necesariamente el curso de la lucha por la AFC Oeste en 2017 y los siguientes años, pero sí hará las cosas más complicadas para los Chiefs, que terminaron con la misma marca de los Raiders (12-4), pero ganaron el título divisional porque barrieron a los de negro y plata.
Hasta hace poco, ambos equipos lucían sustentables. Los Raiders tienen a varios buenos y jóvenes jugadores y los recursos financieros para mantenerlos por un buen rato. Los Chiefs están bien dirigidos por Andy Reid y su staff y también tienen un roster con talento que se había reforzado constantemente por los sólidos reclutamientos de Dorsey en el Draft.
En abril, los Chiefs seleccionaron a Patrick Mahomes II, quizá haciéndose de un eventual quarterback franquicia.
Repentinamente, es natural tener dudas sobre los Chiefs, que no parecen haberse guiado por un plan bien pensado. A inicios de junio dejaron en libertad a su más experimentado receptor, Jeremy Maclin, dos años después de contratarlo comoagente libre.
Ahora, luego de discutir una extensión contractual con Dorsey al inicio del receso de temporada, los Chiefs buscan a su remplazo. Ese objetivo parece más desalentador por los resultados mixtos del dueño del equipo, Clark Hunt, en la contratación de gerentes generales. Dorsey fue una buena contratación. Su predecesor, Scott Pioli, no.
Hunt necesita tomar una buena decisión. Los Chiefs deben mantener el paso de sus rivales en Oakland, que tienen un gerente general estable, dinero y un plan inteligente.
Por el momento, los Chiefs no tienen ninguna de las tres.