DALLAS – El receptor Amari Cooper recibió buenas noticias sobre su rodilla este jueves por la tarde, después de que no entrenó con el resto de los Dallas Cowboys.
Cooper dijo que el resultado de la resonancia magnética que le practicaron el miércoles fue negativo y que el médico especialista, quien también revisó el estudio, quería verificar antes de dejarlo entrenar o jugar.
El receptor se lastimó la rodilla derecha el lunes pasado, en el partido que ganaron contra los New York Giants.
“Me dijo que el problema era manejable…”, dijo Cooper. “Afortunadamente, no tengo ningún daño estructural, así que espero jugar el domingo contra los Vikings”.
Cooper dijo que entrenará viernes y realizará algo de trabajo físico el sábado, para verificar el estatus de su rodilla rumbo al partido del domingo, en el que los médicos tomarán la decisión sobre su participación.
Desde la pretemporada, Cooper ha vivido una pesadilla con lesiones en sus extremidades bajas. Ha pasado por lesión de dedo gordo, talón, tobillo, tirón muscular en el tendón de la corva y muslo, que se suman a la rodilla.
Para buena fortuna de los Cowboys, ha jugado todos los ocho partidos de temporada regular, en la que acumula 701 yardas de 42 recepciones y seis touchdowns; líder en esas tres categorías entre los receptores de su equipo.