El mejor quarterback de la NFL y actual campeón de la liga, anunció junto con los Kansas City Chiefs que extienden su compromiso por 10 años más y una compensación máxima de 503 millones de dólares.
Más allá de la cifra y ramificaciones del acuerdo, el reto para Patrick Mahomes, pero sobre todo para la gerencia de Kansas City será rodearlo con talento suficiente para competir en una liga que por su estructura busca que los buenos se hagan malos y los malos se hagan buenos.
Si el dinero de Pat Mahomes impide que el equipo tenga flexibilidad en los años próximos, Mahomes podrá poner grandes números individuales pero pocos éxitos colectivos.
Para nadie es secreto que muchos quarterbacks se van de la NFL con mucho dinero, pero con pocos o ningún campeonato. Mahomes ya ganó uno, pero con su nuevo contrato irse solamente con ese sería un fracaso para él, cuando un buen número de aficionados creen que puede ser un histórico cuando termine su carrera.
La comparación inmediata tiene que ser Tom Brady, quien nunca ha estado cerca de ser de los jugadores mejores pagados de la liga y eso en gran medida le permitió a su equipo tener espacio para atender lo que ellos creyeron necesario para competir consistentemente en la NFL.
El contrato nuevo entrará en vigor después de que finalice el acuerdo de novato de Mahomes, por lo que Kansas City tiene un par de años para seguir disfrutando de ese gran beneficio que es tener a tu jugador más importante en un contrato amigable para la franquicia. De hecho hay 29 quarterbacks que ganarán más en 2020 que el N° 15 de los Chiefs.
Solamente el tiempo nos dirá si el acuerdo fue bueno o no para Kansas City, el jugador lo que no se puede cuestionar es el impacto, trascendencia y ruido que ha hecho un contrato por medio billón de dólares... Por cierto Dak Prescott, Deshaun Watson y todos los que vienen atrás de Mahomes están muy contentos por los números que ha dejado este contrato.