CINCINNATI -- Sin importar lo que haya sucedido en el receso de temporada, A.J. Green iba a esclarecer cuán valorado era por los Cincinnati Bengals.
A las 4 p.m. tiempo del Este del miércoles, el receptor abierto veterano recibió su respuesta. Las partes no alcanzaron acuerdo respecto a un nuevo contrato, lo que significa que probablemente Green juegue el 2020 bajo la oferta por una temporada de 18.2 millones de dólares, asumiendo que eventualmente firme los papeles como se espera.
Green se convirtió en uno de los jugadores de cartel para los Bengals al momento en que lo seleccionaron con el cuarto turno global en el draft del 2011. Eso parece destinado a cambiar tras la campaña del 2020.
La falta de un acuerdo a largo plazo sugiere que el tiempo de Green en Cincinnati podría agotarse para el 2021. No ha hablado del tema en todo el receso de temporada, pero los comentarios previos de Green sugieren que cree que podría estar terminado en Cincinnati.
"Ellos me pueden franquiciar y puedo estar aquí por otro año, o podemos alcanzar un acuerdo", dijo Green en diciembre. "O podemos no alcanzar un acuerdo. Estoy preparado para todo".
La etiqueta de jugador franquicia tiene sentido dado el historial de lesiones de Green. Se ha perdido 23 de los 24 partidos pasados, y no ha jugado desde la Semana 11 de la temporada regular del 2018. Green no jugó en lo absoluto durante el 2019 después de romperse múltiples ligamentos del tobillo izquierdo durante la primera práctica de pretemporada del año pasado.
La edad de Green tampoco trabaja a su favor. Cumple 32 a finales de julio. Y a lo largo de la pasada década, receptores abiertos de esa edad o mayor a menudo tienden a ver un declive de productividad.
De las 219 instancias en que un jugador tuvo 1,000 yardas en recepciones en una campaña en la década pasada, solamente 11 fueron por jugadores de 32 años o más, según ESPN Stats & Information. Y seis jugadores se combinaron para esas 11 instancias.
No obstante, Green dejó en claro que estaba en contra del concepto de la etiqueta de jugador franquicia, y cómo refleja la confianza que los Bengals tienen en él.
"Cuando me pones eso, es cuando me estás mostrando que solamente me quieres por un año", dijo Green a la televisora WLWT-TV de Cincinnati en enero. "Y siempre juego con algo por demostrar. Vamos a ver o que sucede".
Green, un siete veces seleccionado al Pro Bowl, podría utilizar su campaña del 2020 para probar que puede mantenerse sano, mostrar que todavía puede ser uno de los receptores más productivos de la NFL, y buscar un acuerdo a largo plazo a partir del 2021. Ha profesado su deseo de jugar su carrera entera en Cincinnati, pero todo eso podría cambiar luego de no obtener el convenio a largo plazo en el actual receso de campaña.
Green, quien acumula seis temporadas de al menos 1,000 yardas, podría recibir la etiqueta de jugador franquicia nuevamente el año entrante, pero costaría a los Bengals una cantidad considerable de dinero, y resultar en una mala imagen, también.
Entre los comentarios de Green y las transacciones recientes de los Bengals, la ruptura parece inminente después del 2020.
Los Bengals dieron al receptor abierto de 25 años de edad, Tyler Boyd, una extensión por cuatro años y 43 millones de dólares el año pasado. Boyd respondió superando las 1,000 yardas en recepciones por segunda temporada consecutiva.
En una movida quizás menos sutil, los Bengals seleccionaron al receptor abierto de Clemson, Tee Higgins, en la segunda vuelta del draft de abril pasado. Higgins dijo que ha modelado su juego a imagen de Green. Después de que Cincinnati realizó la selección, el head coach Zac Taylor dijo que la movida no tenía nada que ver con la perspectiva a largo plazo de Green.
"Simplemente, es añadir otra arma al grupo", dijo Taylor. "De nuevo, realmente nos gusta A.J. Green y ansiamos dirigirlo este año. Lo queremos aquí por largo tiempo. De ninguna manera o forma afecta lo que pensamos respecto a A.J.".
Pero si Green está indispuesto a firmar un acuerdo a largo plazo en el 2021, los Bengals contarán con un par de receptores abiertos jóvenes sobre quienes construir, al tiempo que inicia la era Joe Burrow.
Green se ha establecido como uno de los mejores receptores abiertos en la historia de los Bengals. Si puede mantenerse sano, potencialmente puede cimentar su caso para el Salón de la Fama.
Pero por ahora, su tiempo en Cincinnati solamente está garantizado hasta el final del 2020.
"Cuando fui reclutado en primera instancia aquí, siempre dije que deseaba mantenerme en una ciudad, ayudar a construir", dijo Green en diciembre. "Es la clase de persona que soy. Pero, de nuevo, esto es un negocio. He estado lastimado en el último par de años. Eso podría cambiar las cosas".