El jugador llegó controvertidamente a la NFL, prematuramente quizás, pero sigue siendo muy joven
ASHBURN, Va. – Washington liberó al mariscal de campo Dwayne Haskins un día después de que fuese enviado a la banca en la derrota ante los Carolina Panthers, y horas después de ser degradada por detrás de un jugador firmado en el equipo de prácticas hace menos de un mes.
En un comunicado el entrenador de Washington, Ron Rivera, dijo que se reunió con Haskins el lunes para informarle de su decisión.
En un tuit, Haskis escribió: “Asumo toda la responsabilidad de no cumplir con los estándares de un mariscal de campo de la NFL y me convertiré en un mejor hombre y jugador gracias a esta experiencia”.
Dos horas antes, Rivera dijo a los medios en su videoconferencia que Washington iniciaría con Taylor Heinicke si Alex Smith no podía jugar en el juego final de la temporada el domingo en Philadelphia. Washington (6-9) puede ganar la NFC Este con una victoria.
Haskins representará 8.5 millones de dólares en dinero muerto en el tope salarial el próximo año. Rivera informó al propietario Dan Snyder de su deseo de cortar a Haskins a última hora de la mañana del lunes y se le dio luz verde.
Dwayne recibió el apoyo del ex mariscal de campo de Washington, Robert Griffin III, quien tuiteó: “¡Solo tienes 23 años! Aprende de esto y recupérate”.
Wishing the best for @dh_simba7
— Robert Griffin III (@RGIII) December 28, 2020
You are only 23! Learn from this and bounce back
El corte ocurre una semana después de que Haskins fuese fotografiado sin cubre bocas en la fiesta de cumpleaños de su novia en la que hubo bailarinas, horas después de una derrota ante Seattle. Washington multó al jugador con 40 mil dólares por su segunda infracción de los protocolos COVID-19 y le quitó la capitanía. A principios de temporada, el mariscal de campo fue multado por hacer una reservación para un amigo de la familia en el hotel del equipo la noche antes de un partido en New York. Había la sensación de que quizás jugar en su ciudad natal no ayudaba a Haskins, ya que le proporcionaba demasiadas distracciones.
Si Haskins hubiese producido en el campo, Washington probablemente no habría hecho tal movimiento. Pero no pudo producir y el domingo fue superado por Heinicke. El equipo estaba frustrado de que Haskins pasara incorrectamente por sus progresiones y de cómo había establecido las protecciones, partes sutiles pero vitales de la posición. Tentaría con buenos cuartos, entrando en un ritmo que recuerda a su tiempo en Ohio State, donde lanzó para 50 anotaciones y ocho intercepciones en 2018.
Abrió los primeros cuatro partidos en la temporada, pero fue enviado a la banca después de una derrota 30-10 ante Baltimore. A los entrenadores no les gustó cómo se preparaba durante la semana, diciendo que no cumplía con los estándares para un mariscal de campo de la NFL. Después de ese juego de Baltimore, en el que Haskins tuvo su primer juego aéreo de 300 yardas, varias personas señalaron que pensaban que en el vestuario se estaría celebrando. Al día siguiente Rivera anunció que sería suplente.
Haskins fue el tercer mariscal detrás de Kyle Allen y Smith durante los siguientes cuatro encuentros. Pero cuando Allen se fracturó el tobillo el 8 de noviembre, Haskins se convirtió en el suplente principal. Aunque su preparación durante la semana mejoró, fuentes del equipo subrayaron que todavía no estaba al nivel deseado y que tomaría tiempo para que realmente estuviese.
Jugó en 15 partidos durante dos campañas con Washington, compilando un QBR de 29.4 –el promedio de la liga durante ese tiempo fue de 63.5. Lanzó 12 pases de anotación y 14 intercepciones.
El tiempo de Haskins en Washington inició de manera algo controvertida, ya que los cazatalentos y entrenadores presionaron contra su elección con el turno 15, pero Snyder lo quería. Haskins era un gran nombre a nivel local, siendo protagonista durante tres años en Bullis High School. El hijo de Snyder asiste actualmente a la misma escuela, pero conoció a Haskins brevemente antes del draft.
Los entrenadores de Ohio State dijeron a los de Washington que debían ser pacientes con Haskins. Había sido titular en apenas 14 juegos en la universidad y sorprendió a los entrenadores de los Buckeyes al declararse para le draft.
Después de su reclutamiento, la organización fue paciente. Varias personas del equipo apuntaron que Haskins necesitaba sentarse toda la temporada para aprender más no solo sobre la ofensiva de Washington, sino también sobre cómo jugar como mariscal de campo a nivel de la NFL. Hicieron hincapié en que necesitaba aprender a elegir jugadas en el grupo y leer defensivas a un ritmo más rápido, entre otras cosas.
Al final de la temporada 2019, con Washington encaminado a un final de 3-13, Haskins se convirtió en el titular. Mostró una mejoría, aunque varios entrenadores aceptaron estar preocupados por lo difícil que fue para ellos lograr que se preparara de la manera que querían.
Pero cuando contrataron a Rivera, le dijo a Snyder que tenían un plan para ayudar a Haskins. Rivera contó más tarde que el ex entrenador de Ohio State, Urban Meyer, quien llevó a Haskins en la universidad, dijo que necesitaban desafiarlo. Rivera lo hizo al hablar sobre el talento de Haskins, pero también enfatizó el deseo de que se convirtiera en un líder más fuerte. A Washington le gustó la forma en que Haskins se manejó a sí mismo en la temporada baja lo suficiente como para convertirse en capitán.
Sin embargo, Rivera también recordó que, si hubiera habido una pretemporada normal, habría abierto el puesto de titular a una competencia, con Allen e incluso Smith, quien todavía se sacudía el óxido luego de estar en recuperación tanto tiempo.
Pero Rivera se fijó en lo que otros hicieron antes que él: la fuerza del brazo de Haskins. Es por eso que otros equipos estarán intrigados por el jugador de 23 años.
“Bueno, como siempre he dicho, miras su talento y ves el brazo”, aceptó Rivera. “Eso es lo que creo que es su cualidad más redentora como mariscal de campo, que creo que es probablemente lo más importante”.