Luego de un generoso rendimiento en 2020, el mariscal de campo piensa que aún tiene con qué seguir en la NFL
El mariscal de campo de los Tampa Bay Buccaneers, Tom Brady, ha dicho a lo largo de su carrera que le gustaría jugar hasta los 45 años. Sin embargo, a los 43 y todavía jugando a un alto nivel, está abierto a ir más allá.
“Seguro. Definitivamente lo consideraría”, dijo Brady el lunes, en la sesión de prensa de la noche de apertura de semana de Super Bowl de los Bucs. “Es un deporte físico. La perspectiva que tengo al respecto es que nunca se sabe cuándo es ese momento. Solo porque es un deporte de contacto; implica mucho entrenamiento. Y tengo que estar comprometido al 100 % para seguir. He tenido mucha suerte a lo largo de los años. El entrenador Alex (Guerrero) y yo trabajamos muy duro para lograr que físicamente pueda rendir al máximo. Recibes golpes a lo largo del año, te enfrentas a diferentes golpes y hematomas, lesiones, etc. Solo seré yo quien decida continuar con ese compromiso y continuar mi carrera”, subrayó el mariscal de campo.
El 2020, su primer año con los Buccaneers y primero con un equipo distinto a los New England Patriots en su larga trayectoria en la NFL, Brady lanzó para 4,633 yardas –hay que remontarse a 2015 para encontrar una temporada mejor que esta; lanzó para 40 anotaciones –su segunda mejor temporada en la categoría; y completó 401 pases, igualando las campañas 2011, 2012, y solo superada por el curso de 2015.}
Tom es el segundo mariscal con más yardas aéreas en la historia de la NFL, solo detrás de Drew Brees por menos de 1000 yardas. Parece que se convertirá en el líder histórico al final de 2021.
“Nunca podría haber imaginado que sería así. No creo que nadie pudiera haberlo hecho”, señaló Brady. “(He) tratado de jugar muy duro cada semana. Aún lo hago. Para mí, este trabajo nunca se ha tratado de… pensaría que ese éxito es por las yardas aéreos o anotaciones o Super Bowl… es sobre maximizar mi potencial, ser lo mejor que puedo. Cuando llegué como novato a la preparatoria, no sabía colocar el equipo dentro de mis pantalones. Solo jugaba futbol americano en la preparatoria porque quería ser como Joe Montana o Steve Young. Y luego, cuando tuve mi oportunidad en la universidad, solo quería jugar en Michigan. Cuando fui seleccionado por los Patriots, solo quería jugar, solo quería iniciar un partido. Han sido una serie de pasos como esos cada año, para crecer y evolucionar en diferentes áreas. Ciertamente mi vida a tomado diferentes direcciones. Ahora soy más viejo, obviamente. Tengo una familia. Increíbles bendiciones en mi vida. Estar 21 años después en Tampa, tratando de ganar un Super Bowl en nuestro propio estadio será increíble”.
Gran parte de ese desarrollo del que habla Brady, lo obtuvo en sus 20 temporadas con los Patriots de Bill Belichick, quien tomó a este mariscal de campo de sexta ronda del draft del 2000 (selección 199 global) y lo ayudó a convertirse en un jugador de élite, digno de cualquier primera selección global de cualquier draft en la historia de la NFL.
“Tengo una gran relación con él. Estoy increíblemente agradecido por lo que él significó en mi vida como mi entrenador. Es todo lo que pudieses pedir como jugador. Amé mi tiempo ahí. Tuve un par de increíbles décadas ahí. Mi carrera en el futbol americano me llevó a un diferente lugar y ciertamente nunca hubiese completado lo que he hecho en mi carrera sin su apoyo y sus enseñanzas. Un increíble entrenador y mentor. Tuve muchos de esos en mi carrera, pero obviamente él está al inicio de la lista”.
Tom Brady jugará este domingo en Tampa Bay el Super Bowl LV contra los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes, el quarterback estrella que se perfila para tomar el relevo de la leyenda, y construir su propia historia en la NFL.