<
>

Antoine Winfield Jr. vence a los prejuicios y brilla en la NFL... como lo hizo su padre

Antoine Winfield Sr. tenía el sueño de jugar en la NFL en 1999. Su talento era indiscutible, pero en un país que se enamora de los medibles como Estados Unidos, el hecho de que midiera poco menos de 5´9” (1.75 metros) y pesara 175 libras (79.4 kilos) jugaba en su contra.

El entonces entrenador en jefe de los Buffalo Bills, Wade Phillips, dijo, “libra por libra, (Antoine es) uno de los mejores tacleadores que he visto en mi vida”. Acto seguido, los Bills lo escogieron con la selección colegial 23 de la primera ronda y Winfield jugó 14 temporadas en la NFL, las últimas nueve con los Minnesota Vikings, y terminó su galardonada carrera con 1,094 tacleadas, 27 intercepciones, 14 balones sueltos forzados, dos touchdowns y con tres viajes al Pro Bowl.

Veintiún años más tarde, su hijo Antoine Winfield Jr. enfrentaba una situación similar. Al igual que le sucedió al padre, a algunos equipos les preocupaba su tamaño “poco ideal (5´9”), aunque pesaba 203 libras (92 kilos) y es un poco más fuerte que su papá en su primera temporada.

Para darse una idea lo importante que es el tamaño para los cazatalentos, Antoine Winfield Sr. es aún el último defensivo profundo estatura inferior al 5´10” (1.78 metros) en ser elegido en la primera ronda de un draft (1999). Su hijo tuvo que esperar un poco más en el reclutamiento y recién fue elegido en la posición 45 por los Tampa Bay Buccaneers.

De entrada, su impacto se hizo sentir y fue nombrado el Novato del Mes en septiembre. Terminó por participar en el grueso de las jugadas para un equipo contendiente y concluyó la campaña con 91 tacleadas, seis pases defendidos, tres capturas, dos balones sueltos forzados, uno recuperado y una intercepción.

Si les interesan las comparaciones, Winfield Jr. terminó quinto entre los novatos en tacleadas, tercero en capturas y quinto en pases defendidos. De hecho, junto con Jamal Adams terminó con al menos 75 tacleadas y tres intercepciones entre miembros de la secundaria.

En otras palabras, su impacto ha sido inmediato y la NFL lo probó al seleccionarlo al “Equipo Ideal de Novatos”.

Además, Winfield registró 12 tacleadas en dos juegos de Playoffs y forzó el balón suelto que terminó por ser crucial ante los New Orleans Saints.

Tristemente para él y los Bucs, Winfield Jr. tuvo que perderse el Juego de Campeonato de la NFC ante los Green Bay Packers por una lesión en el tobillo, aunque debería llegar en condiciones para jugar en el Super Bowl LV.

En su primera campaña, Winfield Sr. terminó con 62 tacleadas y dos intercepciones para Buffalo y el orgulloso padre no duda a la hora de hablar sobre el futuro de Winfield Jr.

“Mi hijo va a terminar siendo un mejor jugador que yo”, afirma el padre Winfield Sr.

Curiosamente, Winfield Jr. ya ha logrado algo que su padre nunca pudo pese avanzar cinco veces a Playoffs: llegar a un Super Bowl.

En la Semana 14, los Buccaneers se enfrentaron a los Vikings, el equipo del que Winfield Jr. creció como aficionado mientras veía a su padre jugar. En aquél entonces, describió como “irreal” enfrentar al equipo de sus amores en su infancia y respondió al terminar como líder de la defensiva de los Buccaneers con 12 tacleadas y, además, registró una captura.

“Honestamente, fue uno de mis momentos más felices”, enfatizó Winfield Sr. “Fue la primera vez que fui en contra de los Vikings, pero me llenó de orgullo ver el gran partido de mi hijo”.

Winfield Sr. es apenas 40 días mayor que Tom Brady y, de hecho, interceptó al hoy mariscal de los Buccaneers en el decimoprimer juego como titular de Brady en 2001. Otra increíble muestra de la vigencia y longevidad de Brady, pero ese es otro tema.

Lo cierto es que Winfield Jr. se ganó la titularidad en el campamento de entrenamiento y no ha mirado hacia atrás desde entonces.

Es una pena que pudo jugar ante los Packers, dado que de haber interceptado a Aaron Rodgers, se habrían convertido en el único dúo padre-hijo de la historia en registrar una intercepción ante el mismo mariscal, aunque posiblemente tendrá más oportunidades en el futuro.

No son el mismo jugador, dado que juegan posiciones diferentes, pero no tengan dudas de que los Winfield tienen estilos similares.

“No somos los más grandes, pero nos encanta golpear”, concluyó Winfield Jr. sobre el estilo de juego de su padre y el propio. “Eso es algo que definitivamente heredé de él”.

Los números cuentan historias incompletas y la estatura y el peso no son la excepción, porque los instintos y el corazón no se pueden medir y en el caso de los Winfield, no hay duda de que sus intagibles son de extrema importancia.

La historia de Winfield Jr. recién comienza, pero a juzgar por su primera temporada, el futuro le sonríe.

Una vez más, los genes hicieron de las suyas y como sucede en muchas ocasiones, la manzana no cayó muy lejos del árbol.