"Yo lo tomo igual, pero es otro fútbol", la frase la decía un pequeño niño de prondosa cabellera muy colorada. ESPN Fútbol 90 encontró una entrevista realizada en 2014 a Valentín Barco en un partido de Baby fútbol en Chivilcoy.
Era todavía más chiquito que ahora, pero con respuestas de una madurez que asombra. No tenía más de 10 años, recién llegaba a Boca Juniors desde su pueblo 25 de mayo, en la provincia de Buenos Aires.
"Fui a jugar para Riestra y me vio el Negro Sánchez, le dijo a mi papá para que me lleven a probar. A los nueve años me llevó y quedé", contaba sobre cómo llegó al gigante de la Capital Federal.
Con gesto serio, aceptaba su entusiasmo por vestir la camiseta xeneize, pero reconocía que era muy distinto a lo que hacía en Riestra.
"Es otro entrenamiento. Te hacen trabajar mucho físico y fútbol en cancha de once".
Con respecto al juego, remarcó: "Yo lo tomo igual, pero es otro fútbol. Hay que tocar y no es lo mismo que acá".
En estos tiempos, el Colo iba cada 15 dias a entrenarse en Boca, mientras seguía jugando Baby en Riestra: "Yo todavía estoy entrenando porque me estoy adaptando al grupo, el año que viene sí voy a jugar. En Sportivo Riestra puedo seguir jugando este año. Voy los viernes cada 15 días"
"Está bueno jugar en Boca", dijo escuetamente.
¿Su ídolos de ese momento? "Me gusta Messi y Cristiano Ronaldo", y ya apuntaba a el número que quería llevar: "Sí, vamos por la 10".
La explicación es que en su época en el futsal, el Colo era enganche. Ya en la novena de Boca, lo convirtieron en volante por izquierda, y terminó retrocediendo para ser el lateral, que hoy está en boca de todos.