River Plate y Boca Juniors llegan al Superclásico con 15 puntos de distancia en la tabla en el Torneo de la Liga, que reflejan sus diferencias futbolísticas y la solidez de sus ideas en los últimos meses.
Marcelo Gallardo abandonó el banco millonario dejando detrás de sí un proyecto sostenido con argumentos y convicción. Después de su partida, la incertidumbre era si Martín Demichelis podría mantener la senda y lo hizo. Antes del empate con Atlético en Tucumán había cosechado 11 triunfos en los primeros 13 encuentros y, de hecho, su inicio de ciclo es el mejor de la historia del club. ¿
La realidad es muy distinta en La Boca. Aunque había conseguido el campeonato en el cierre de 2022, el equipo que dirigía Hugo Ibarra no ofrecía garantías y, amén de las alegrías intermitentes, el hincha sentía gusto a poco y comenzó a hacer reclamos.
Al Negro no le permitieron terminar su contrato y el Xeneize quedó aún más desorbitado, con el Consejo buscando un técnico contrarreloj. Intentaron con Gerardo Martino, pero llegó Jorge Almirón y con él, los nuevos aires.
El Xeneize sufrió para acomodarse en la CONMEBOL Libertadores y tuvo algunos tropiezos en el Torneo de la Liga. Para poder ver la mano del DT hubo que esperar hasta el clásico contra Racing, donde apostó por la primera decisión disruptiva: movió a Luis Advíncula de la línea defensiva a la ofensiva, algo que el peruano había hecho en otros tiempos, pero nunca desde su llegada a Boca.
Antes de enfrentar a la Academia, Almirón tuvo su primera semana de entrenamiento completa, lo que no había podido concretar previamente por el apretado calendario desde su llegada. Sumado a la falta de tiempo de preparación, la lesión de varios jugadores fue otro de los problemas que aún postergan la chance de exhibir en su totalidad cuáles son sus propuestas para la construcción definitiva del juego del Xeneize.
Ante River será una buena prueba táctica, porque Boca enfrenta al líder absoluto en su propio estadio y ante su gente. Los dirigidos por Martín Demichelis tienen claro a qué juegan y las cartas del DT están a la vista. El Xeneize, en cambio, se está encontrando a sí mismo en el andar y deberá trabajar para desarticular la estrategia del rival y capitalizar las oportunidades que se le presenten.