Enzo Francescoli, mánager de River Plate, habló en una entrevista exclusiva con ESPN F10. Destacó a Martín Demichelis, contó por qué lo eligió, como pasó en su momento con Marcelo Gallardo, para dirigir al club de Núñez. También se refirió al triunfo en el Superclásico contra Boca Juniors.
El uruguayo, visita de lujo, recordó su llegada a Argentina, para jugar en River, hace ya 40 años, en abril de 1983. Y habló de su vuelta en 1994.
Lo mejor que dejó la charla con Francescoli:
"Hoy ser jugador de fútbol ocupa un buen lugar en la sociedad, en mi época de joven no. En Uruguay tuve que sentarme con mis padres para que me dieran la oportunidad si quedaba en Reserva y seguí ya en Primera en Wanderers".
"Vine de un equipo familiar de Uruguay, bien de barrio, a pasar a este grande como River, con muchas figuras. Llegué joven, tuve que aprender a cuidarme en las comidas y demás. No había el profesionalismo de ahora".
"No me acuerdo bien cuándo fue mi primer gran partido en River, sí recuerdo mi debut y mi primer gol en el club. Al principio tuve una huelga de dos meses y medio, nos entrenábamos en Palermo y la gente nos chifló en el partido de la vuelta de ese momento, de locales contra Newell's".
"Las Copas Libertadores que para mí cuentan fueron como jugador. Hoy ocupo otro lugar... A veces uno puede elegir mal, técnicos, jugadores, puede pasar. Hay que ligar, también, no me la creo. El trabajo es de ellos, hay muchísima gente acá".
"En Demichelis vi lo mismo que en Gallardo: noté que estaba preparado, tiene seriedad y conoce muy bien la idea del club. Por eso Martín me pareció bien, como Marcelo en su momento. En la primera charla ya noté que sabía mucho de River, aún estando tanto tiempo en Alemania".
"Quería venir, eso era importante. Tuve unas charlas con Martín por zoom, una vez que Marcelo ya no seguía, y me decidí por él, más allá de otros técnicos que tenía en la cabeza, porque vi su forma de ver a River y su forma de ser. Siempre fue mía la decisión de traerlo a Demichelis".
"Nadie va a ser igual a Marcelo, pero buscamos una continuidad, la idea está en Martín. Yo trato de ser muy respetuoso, no voy al vestuario, no me gusta invadir. Antes Marcelo y ahora Martín se destacan por su trato con los jugadores".
"En el Superclásico vimos con Leo (Ponzio) que Herrera empezó sacando muchas amarillas desde el comienzo y por eso dejó pasar algunas jugadas en el segundo tiempo, porque así se le complicaba todo. Si no frenaba, terminaban siete contra siete y eso tuvo un costo. A mí no me interesa si dirigió bien o mal, a mí me interesa si River jugó bien o mal, si jugó mejor que Boca, que era el adversario. El árbitro está en ustedes (los periodistas), está su Colegio Arbitral, está Beligoy, que hace lo que quiere. Tampoco escuché a ninguno de ustedes que dirigió mal para los dos... Hay muchos árbitros que dirigen mal y no los paran...".
"Quiero hacer una crítica constructiva y no lo hago por este ni por ningún programa en particular: creo que el fútbol ha pasado a ser buscar dónde se puede encontrar en la diferencia, lo que pasa en Argentina de buscar una grieta, y hay que hablar más de fútbol. Y está bien, fue por un penal en la hora, pero creo que en los 90 minutos River fue más que Boca y si hubo un merecimiento fue ese".
"El penal lo ven unos, otros no lo ven. Fue penal el del domingo. Siendo exjugador, desde el palco muchas veces veo la reacción de los jugadores, y eso te marca lo que pasa. No fue un patadón, fue como la patada de Rojas a Meli cuando atajó Barovero, y no lo ve, pero fue foul".
"Después de Río estuve dos días sin dormir, porque te golpeás con un partido, suceden cosas... Justo sucedió el detalle de la rodilla de Mammana y la expulsión de González Pírez y quedamos demasiado abiertos, y ya se ha construido un equipo en el que uno mira esas cosas, y lo pagamos caro".
"¿Si llamé a Otamendi? No. He explicado el tema de los chicos que juegan afuera: depende pura y exclusivamente de ellos. El fútbol argentino no está en condiciones de ir, yo no estoy en condiciones de llamarlos, decirles que los queremos, y tratar de convencerlos, porque después tienen que mandar a los pibes con guardaespaldas al colegio".
"Todos los que han venido de afuera han hecho un gran esfuerzo y siempre lo he reconocido. Nacho Fernández quería volver, porque justo el lunes nació su hija y quería tenerla acá. Ya había tenido un período en Brasil que le sirvió. El de Brasil no es un torneo fácil, jugás cada tres días y tenés que viajar cada cuatro o cinco horas, entonces estaba un poco cansado. Y para nosotros es un jugador fantástico. Ahora está Leo (Ponzio), que generacionalmente los conoce a casi todos, entonces le digo 'che, Leo, metele una llamada a este, a aquel' y vamos viendo".
"¿El mejor equipo de River que puedo formar? No, no, tuve compañeros de primera, como 60 o 70, todos amigos, con los que me llevo muy bien y grandes jugadores. Ariel (Ortega) era muy especial, por su calidad, sus gambetas".