Adrián Martínez le volvió a hacer honor a su apodo y, con una maravillosa actuación, le dio el triunfo a Racing Club ante Central Córdoba en Santiago del Estero (1-3), un resultado clave en sus aspiraciones en la Copa de la Liga, certamen que ahora lo tiene en lo más alto de la tabla de goleadores.
Luis Ingolotti sufrió al delantero ex Instituto a los 24, 53 y 94 minutos. Le ganó el mano a mano tras un gran pase de Agustín Almendra, coronó una excelente jugada colectiva y mostró toda su jerarquía la picarla sobre la hora, para sentenciar un encuentro que parecía cómodo y se terminó complicado para el conjunto de Gustavo Costas.
Si Racing está con vida en la Copa de la Liga (suma 18 puntos en 12 partidos y, por ahora, es quinto de la Zona B), es en gran parte por Maravilla, que alcanzó los 10 goles -ninguno de penal- e igualó al colombiano Miguel Borja, de River Plate, en la tabla de artilleros.
Además, no es su primer triplete: en el clásico frente a San Lorenzo, Martínez anotó un hat-trick y dio una asistencia. En la fecha siguiente, marcó por duplicado frente a Newell's en Rosario, en tanto en tres partidos hizo un gol: el del triunfo en el clásico vs. Independiente en el Libertadores de América, contra Boca (fue derrota) y en la goleada por Copa Argentina contra San Martín de Burzaco, la semana pasada.
Después del partido, con la pelota en mano, el oriundo de Campana, que hizo autocrítica por un error que tuvo al perder un balón, declaró en ESPN: "Contento por el equipo, necesitábamos los tres puntos y estar peleando hasta lo último. Hoy demostramos un carácter distinto. Con los goles parece que se tapa todo, pero hay cosas para seguir mejorando".
"Hoy en día me está tocando hacer goles, pero si el equipo no genera y pelea las pelotas, yo no podría hacerlos. Esto es de todos, porque me dan muchas situaciones y posibilidades. Eso te lleva a meterla en algún momento", completó el atacante de 31 años.
Costas lo fue a buscar y Martínez no está decepcionando: lleva 12 goles en el año e ilusiona a la mitad de Avellaneda.