Esequiel Barco fue héroe y villano en la insólita eliminación de River Plate ante Temperley por los 16avos de final de la Copa Argentina en Mendoza, marcando el gol de su equipo en el empate 1-1 y fallando un penal que sentenció el futuro del equipo en el torneo al caer por 5-4 en los tiros desde los doce pasos. El atacante, que había ingresado por Nacho Fernández en el entretiempo para darle frescura al ataque de River, tuvo su primera oportunidad de tiro libre y no perdonó, clavando la pelota en el ángulo del arco defendido por Juan Rago. Barco, que venía de convertirle a Central Córdoba por Copa de la Liga, marcó su segunda conquista en esta Copa Argentina. La anterior había sido ante Excursionistas en la victoria por 3-0 el febrero pasado por los 32vos. de final. Los dos equipos venían jugándose de igual a igual, haciendo un encuentro atractivo y en el que cualquiera podía haber abierto el marcador, pero la conquista de Barco parecía sentenciar las cosas para el equipo de Primera. A partir del gol, River impuso condiciones y no pasaba zozobras, dominando el juego e incluso teniendo alguna chance para ampliar como un muy claro pase al medio para Miguel Borja que se devoró increíblemente. El destino parecía estar escrito. Pero los partidos no terminan hasta que terminan. A los 92', un lateral al área de Temperley derivó en una peinada corta y una tijera espectacular de Fernando Martínez, que además de precisa fue potente, pegó en el travesaño y venció a Franco Armani, para desatar la incertidumbre de la gente presente en Mendoza. River iría a unos penales inimaginables y el ex Independiente volvería a ser protagonista, fallando su tiro desde los doce pasos. No fue el único, porque la serie quedó sentenciada cuando el paraguayo Héctor David Martínez sucumbió y no pudo vencer al arquero Rago con un remate poco esquinado. El equipo de Martín Demichelis se despidió del torneo y Temperley jugará con Mitre de Santiago del Estero en octavos de final.