Boca está en un momento crítico y necesita aplomo. Fuera de las competencias internacionales, cada vez más lejos en el Torneo de la Liga y con su entrenador en la mira, en el Xeneize se viven días de incertidumbre, justo con el Superclásico al caer. Este sábado en La Bombonera, a partir de las 16 horas y con transmisión de ESPN Premium, el equipo de Diego Martínez recibe a River y los jugadores tendrán que poner la cara ante su gente. ¿Quién tomará la voz para sacar adelante este partido caliente?
Boca y el contexto adverso: caldo de cultivo para propiciar una crisis
Es posible hacer una reflexión extensa, tal vez inagotable, sobre la coyuntura actual que empuja a la urgencia. No hay tiempo ni tolerancia para sostener ningún proceso. El fútbol argentino, evidentemente, no es la excepción. Así lo demuestra la lista de entrenadores que pierden su trabajo por falta de resultados, muchas veces sin completar siquiera una temporada.
Boca, en cambio, ha sido paciente. Los murmullos en La Bombonera tardaron en llegar y, aún hoy, después de todos los golpes recibidos, la gente no le muestra su desaprobación al DT (lo que no quiere decir que no lo cuestione y que la mecha no sea cada vez más corta). El Xeneize se quedó afuera de la Sudamericana pronto, en el torneo local no es competitivo y, lo peor y lo que más le duele al hincha, el volumen futbolístico no aparece, al tiempo que los rivales le van perdiendo el respeto.
Para colmo, a los históricos enemigos todo parece salirle bien. Cuando asomaba el naufragio con Martín Demichelis, reapareció el prestigioso Marcelo Gallardo en River para renovar la ilusión y mantener vivo el sueño de levantar otra Libertadores.
En este presente opaco y preocupante, donde los referentes suelen ser quienes toman el testimonio, Boca fue perdiendo sus caras representativas, por diferentes motivos, y, con el Superclásico como próxima cita en el calendario, eso preocupa.
¿Quién va a liderar el espíritu de este Boca golpeado ante River en el Superclásico?
Línea por línea Boca tiene sus referentes, la mayoría de ellos consagrados por su trayectoria más que por ser identificados por pertenecer al "riñón" del club.
Sergio Romero y el arco de Boca: de indiscutido a murmurado
En el arco, Sergio Romero es uno de los emblemas desde que tomó el control de los tres palos xeneize. Chiquito fue indispensable en la llegada de Boca a la última final de la Libertadores, con presentaciones estelares en las tandas de penales. Pero el protagonismo en las definiciones desde los doce pasos no fue lo único que lo convirtió en un pilar: el exarquero de Argentina tuvo actuaciones decisivas y transmitió seguridad en varios pasajes de este Boca irregular.
Sin embargo, lesión mediante, los cuestionamientos empezaron a teñir el aura del experimentado arquero y algunas de sus intervenciones en el campo de juego dispararon el escepticismo. El último fin de semana fue responsable de los goles que significaron la derrota 2-1 en el clásico ante Racing y hay incertidumbre por saber cómo repercutirá esta mala racha en la confianza del "1".
La tendencia marca que a Romero le sobra experiencia y templanza para hacerse fuerte en momentos decisivos. No necesita mostrar sus credenciales porque no sería la primera vez que da un paso al frente cuando las cosas se ponen cuesta arriba y, por eso, se espera mucho de él este sábado ante River.
Los defensores de Boca, zona de alto riesgo y mucha responsabilidad
En la línea defensiva, Diego Martínez tiene un gran dilema: devolverle la titularidad a Marcos Rojo, aunque no tenga rodaje, o prescindir de un cacique porque físicamente es impredecible. Las lesiones vienen asechando al capitán y, en caso de jugar contra River, llegaría con 21 días sin competencia (tuvo que dejar el campo de juego en el 2-1 ante Rosario Central).
Aunque el hincha lo quiere y lo respeta, cuando el zaguero pierde la cabeza se transforma en una bomba de tiempo y se vuelve víctima de sus exabruptos. Ante River será uno de esos partidos que puede enaltecer sus virtudes, experiencia y autoridad en defensa, o disparar su peor rasgo, por falta de ritmo o impotencia.
Hay una declaración reciente de un histórico como Hugo Gatti que define un poco lo que sucede con el exdefensor de la Selección: "Rojo es el mejor atrás, por más que esté rengo, se pelee o lo echen". Boca necesita de su mejor versión con urgencia y Diego Martínez parece estar dispuesto a apostar por él.
Otro jugador que se erigió como líder defensivo en el Xeneize es Luis Advíncula. El peruano, por su aporte anímico y su juego sacrificado, pasó a ser uno de los más celebrados por el público y a tener el respaldo de sus compañeros para dar indicaciones y asumir responsabilidades en momentos claves.
Si bien el lateral tuvo una desinteligencia que le costó carísima a Boca ante Cruzeiro, la eliminación en Brasil por la Sudamericana, aquel desliz no alcanzó para empañar su figura dentro y fuera del campo de juego. La duda con Advíncula pasa hoy por su físico, porque volvió tocado de su participación en las Eliminatorias con su selección y el dolor del tendón de Aquiles lo imposibilitó algunos días.
Trabajó a la par de sus compañeros en las últimas prácticas, todo indica que el defensor formará parte del once titular y, por tanto, será protagonista en el picante Superclásico en La Bombonera.
El eje de la cancha, con un líder que se despide de los Superclásicos
El mediocampo es la zona de la cancha que más complica al entrenador de Boca y es, posiblemente, uno de los grandes "debe" del equipo de Diego Martínez. Allí hay grandes jugadores, con habilidad y capacidad, pero la generación de juego y los relevos defensivos le han dado dolores de cabeza al DT.
Con Zenón y Medina con la función más creativa, por posición y por trayectoria, Pol Fernández es quien alza la voz para dar indicaciones. Su personalidad es más introvertida y pasa mucho más desapercibido que otros líderes, pero el mediocampista ha recibido el espaldarazo el entrenador y de Juan Román Riquelme para sentirse un referente, aún después de confirmar que no quiere continuar su carrera en el club.
El último Superclásico de Pol será por demás significativo y le dará la oportunidad de ratificar la confianza que tanto el cuerpo técnico como la gente depositó en él.
Los delanteros de Boca, postulantes para el rol protagónico ante River
En la línea ofensiva de Boca hay una mixtura entre jerarquía y ambición muy interesante. Allí, en la zona más alta, Boca tiene experiencia y candidatos a ser figuras de este Superclásico.
Miguel Merentiel fue quien tuvo que hacerse cargo del peso ofensivo ante la ausencia de Edinson Cavani y lo hizo con creces. La Bestia no se achicó cuando los focos lo apuntaron y asumió el desafío con mucha actitud, incluso desempeñándose en funciones de creación y asociación que enriquecieron su repertorio.
En contrapunto, Cavani viene de una lesión y su respuesta al tiempo de inactividad es una gran incógnita. Al uruguayo lo cuidaron para que llegue al Superclásico, pero ese "parate" se tradujo en 37 días sin competir (su último partido fue con gol en la ida ante Cruzeiro, el 15 de agosto).
De esta forma, aunque siempre se espere muchísimo de él porque es la figurita brillosa en el álbum de Boca Juniors, Edi dependerá de que su cuerpo le responda.
Otro delantero que amerita una mención es Milton Giménez, que cuando suplantó a Cavani se lució. El ex-Banfield aportó una cuota goleadora, se complementó de gran forma con Merentiel y viene pidiendo pista.
Aunque en la previa no califica como un jugador que deba cargarse responsabilidades, a la vista queda que quiere hacerlo y tiene con qué. Milton esperará su momento y, en los minutos que le toque jugar, será una amenaza para el arco de Franco Armani.
Para Boca este Superclásico significa muchísimo. A Diego Martínez le urge apaciguar los cuestionamientos y los jugadores necesitan reencontrarse con las buenas sensaciones. El Xeneize tiene por delante el gran objetivo de meterse en la próxima Libertadores y no puede tirar el año a la basura.
A la expectativa habitual de ganar un Superclásico se sumará la obligación de impedir que Gallardo venga a sacar pecho a La Bombonera. Con la posibilidad de aprovecharse de un rival desconcentrado por su participación en la Libertadores, Boca recibe a River en La Bombonera este sábado a las 16 horas por ESPN Premium.