San Lorenzo eligió a Miguel Ángel Russo como su nuevo entrenador, para tomar el mando después de la renuncia del Pipi Romagnoli.
En su paso anterior por El Ciclón tomó un equipo que venía de ser campeón y de pelear la Libertadores de la mano de Ramón Díaz.
Su estadía por San Lorenzo siempre fue bien recordada y aunque no pudo coronar con un título, su equipo realmente jugaba bien, vistoso y ofensivo.
Este será el segundo ciclo de Russo en el Ciclón teniendo en cuenta su paso por Boedo entre 2008 y 2009 cuando San Lorenzo estuvo muy cerca de ser campeón pero el destino le jugó una mala pasada.
Al mando del Ciclón, Miguel dirigió 36 partido de los cuales ganó 17, empató 5 y perdió 14 capitalizando el 51,85% de los puntos posibles.
Como dato adicional, el entrenador, que llegaba de ser campeón de América con Boca, fue un protagonista directo de aquel triangular que definió el Torneo Apertura 2008 que tuvo a San Lorenzo como el equipo con más goles a favor, pero que perdió insólitamente por diferencia de gol en la definición mano a mano con Boca y Tigre.
En aquel certamen, San Lorenzo desplegó un muy buen juego alcanzando la cifra de 39 puntos gracias en buena parte a figuras tales como Pablo Barrientos, Gonzalo Bergessio, Cristian Ledesma o Santiago Solari.
Lamentablemente para Miguel, el Ciclón no pudo prosperar a nivel internacional cayendo en la primera etapa de la Copa Sudamericana 2008, mientras que tampoco hizo pie en la Copa Libertadores 2009, lo cual terminó empujando el alejamiento de Russo de la dirección técnica.
Por otra parte, el hincha cuervo recuerda con mucho cariño su paso por Boedo por el buen nivel futbolístico y por memorables goleadas en los clásicos como el 4 a 1 a Huracán, la goleada por igual resultado a Independiente o el 5 a 1 a River Plate.
Russo viene de estar al frente de su quinto ciclo en Rosario Central, donde salió campeón de la Copa de la Liga 2023 y en total cosechó 27 victorias, 28 empates y 24 derrotas. Y mantuvo un invicto de local de 32 partidos. Ahora buscará darle esa estabilidad a un equipo azulgrana que no atraviesa su mejor momento.