<
>

Racing, inspirado por su gran momento en la Copa, venció de visitante a Barracas

Racing, con un equipo híbrido entre titulares y suplentes, sostuvo este miércoles su gran momento y derrotó a Barracas Central 2-0 en un partido válido por la fecha 21 del Torneo de la Liga Profesional 2024.

Ante la ausencia de Juanfer Quintero, Agustín Almendra se hizo cargo de la elaboración de juego en La Academia. Y lo realizó de buena forma.

Porque gracias a su gestión, el equipo dirigido por Gustavo Costas se hizo rápidamente de la posesión del balón y comenzó a agredir a un equipo local que buscaba hacerse fuerte atrás para salir de contraataque.

A Barracas no le salió ni una cosa ni la otra. Enseguida quedó bajo el dominio rival y no logró preocupar con ninguna contra profunda.

Sin embargo, la buena gestión de Racing en el mediocampo no le granjeaba grandes situaciones de gol, y el encuentro ingresó en un tiempo de tedio.

Almendra, anoticiado de esta situación, se propuso ser él mismo quien rompiera con la intrescendencia. A los 40 minutos llegó con pelota dominada a tres cuartos de cancha y, al ver que los defensores estaban más preocupados en los posibles receptores que en él, sacó un gran disparo desde bastante afuera del área. Bajo y potente, al palo derecho, inatajable para Rafael Ferrario, el arquero del Guapo.

Figura de Racing, Almendra recibió una dura falta de Rodrigo Herrera en el mediocampo, apenas comenzada la segunda parte, y a los cinco minutos pidió el cambio.

Sin el que había sido su conductor en el encuentro, Racing estuvo lejos de apichonarse. Siguió dominando la pelota y sometiendo a su rival, que no reaccionaba.

A los 18, Maravilla Martínez estuvo en el momento y el lugar indicados, como suele ocurrir. Racing salió de contraataque, mostrando que tiene aceitado ese recurso, y Gabriel Rojas escapó con la pelota por la izquierda.

Aprovechando que no lo alcanzaba ningún defensor, el mediocampista disparó un buen tiro al arco desde afuera del área. Ahí llegó la complicidad del portero de Barracas, que quiso retener la pelota pero se le escapó. Maravilla, siempre oportuno, apareció para empujarla al fondo de la red.

Parecía asunto terminado. Y lo terminó siendo porque un par de minutos después del tanto de Martínez, Barracas tuvo la chance de descontar. Pero el gran derechazo de Tapia desde afuera del área, abajo y bien esquinado, pegó en el palo izquierdo y salió disparado hacia el lado del otro poste pero sin ingresar en ningún momento en la meta.

Podría haber sido la reacción del Guapo. Pero la redonda no quiso meterse en el arco y hasta ahí llegó la capacidad de reacción de los dirigidos por Rubén Darío Insúa.