Gimnasia y Esgrima La Plata le ganó 1-0 a Atlético Tucumán en el Estadio Juan Carmelo Zerillo, por la séptima fecha del Torneo Clausura 2025. El partido estuvo suspendido por problemas en las luces del estadio y se reanudó sin demasiadas mejoras en la iluminación. Damián Martínez, en contra, anotó el único tanto del encuentro.
El Lobo marcó la cancha desde el inicio. El dominio fue total en el primer cuarto de hora y esto se basó en la presión que ejerció el local ante cada pérdida de balón. Con Nicolás Garayalde y Mateo Seone como dupla central, el mediocampo fue controlado por el dueño de casa en este segmento. Torres tuvo un mano a mano claro, definió por encima de Matías Masilla y la pelota se fue pegada al travesaño.
Al Decano solo le quedaba a mano cortar con falta. La recuperación fue un problema para el conjunto tucumano y por momentos parecía haber una gran diferencia en la intensidad de la marca. Sin embargo, en el fútbol no está permitido relajarse y en la primera chance Nicolás Laméndola le erró al arco ya vacío y Atlético estuvo cerca de abrir el marcador a los 25'.
En la acción inmediatamente posterior, Gastón Suso protegía un balón largo para que Nelson Insfrán despeje sin problemas y el Loco Díaz lo golpeó con su brazo derecho. El delantero, que esta tarde inició como capitán, se fue al vestuario sin reclamar demasiado y le hizo gestos a los hinchas del Lobo, que le recordaban su pasado en Estudiantes.
Después de la roja, Atlético retrocedió algunos metros más y optó por intentar bajarle las pulsaciones a un partido que ya lo tenía en desventaja cuando jugaban 11 contra 11.
El primer tiempo se fue sin que Gimnasia pueda aprovechar el hombre de más y el buen rato de dominio. Incluso los últimos minutos, en los que la visita tuvo uno menos, el partido se volvió algo más parejo.
A los 8' del segundo tiempo, Jeremías Merlo llegó hasta el fondo y tiró un centro pasado que iba dirigido a Mateo Panaro, pero Damián Martínez lo anticipó y metió el balón en su propio arco. El Lobo logró abrir el marcador justo cuando Atlético parecía acomodarse en el partido.
Luego del parate por los problemas con las luces del estadio, el juego se volvió todavía más desprolijo. El Decano buscaba como podía con uno menos y el Lobo se retrasó para aguantar el resultado, pero con intentos de contragolpes que no llegaron a destino. Todo esto, a media luz.
En el cierre el partido fue completamente de ida y vuelta. A Atlético ya poco le importó desprotegerse en el fondo, pese a estar con diez, y dejó lugar a varias chances claras de Gimnasia, que no pudo estirar la ventaja, lo que generó fastidió entre sus hinchas.
El Lobo se quedó con tres puntos de oro para meterse en zona de clasificación en la Zona B. En la próxima fecha será local ante Unión. El Decano deberá visitar a Newell's en el Marcelo Bielsa.
La suspensión por los inconvenientes con las luces del estadio
Cuando iban 20 minutos del segundo tiempo se apagaron las luces y Pablo Dóvalo decidió parar el partido. Luego de consultarle a los futbolistas si era posible seguir jugando con la poca luz solar que quedaba, el árbitro reanudó la acción.
Lo llamativo sucedió a los pocos segundos, cuando las torres lumínicas volvieron a encenderse pero a modo de "show". Titilaban y se alternaban unas con otras con un estilo más parecido a una fiesta que a un partido de fútbol. Luego decidieron apagarlas y que se siga jugando "a ocuscuras".
A los 28', cuando ya se hacía muy difícil seguir con el desarrollo normal, el árbitro decidió cortar el juego y llamar a los capitanes. Luego habló con los entrenadores y les comunicó que deberían esperar algunos minutos para saber si se podía resolver el problema.
"La de las luces es vieja. Cuando mi equipo estaba atacando pasó esto", dijo Lucas Pusineri, entrenador de Atlético Tucumán, insinuando algún tipo de intencionalidad en el corte eléctrico.
A media luz, entre las autoridades y el Dóvalo decidieron que se reanude. Restaban 17 minutos y se sumaron cinco por las demoras previas. La imagen de la vuelta a la acción fue llamativa, ya que era difícil distinguir a los jugadores.