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Los condimentos que le ponen picante a Racing vs. River por la Copa Argentina

El enfrentamiento entre Racing y River por los cuartos de final de la Copa Argentina, este jueves 2 de octubre en el Gigante de Arroyito, es más que un clásico. Al peso de la histórica rivalidad se le suman los presentes laberínticos de los equipos de Gustavos Costas y Marcelo Gallardo, con urgencias y necesidades diferentes, y la presencia de jugadores que brillaron en la Academia y ahora compiten para el Millonario, todos con confrontaciones por sus arribos al club de Núñez.

Maxi Salas, Juanfer Quintero y Marcos Acuña serán, sin dudas, protagonistas de este cruce eliminatorio. Los tres se vistieron de celeste y blanco y generaron un gran impacto en el club de Avellaneda. Los tres lucen la banda roja y se sumaron a las huestes del Muñeco con previos conflictos con los dirigentes de Racing.

Acuña eligió a River y no regresar a Racing

El primer chispazo de esta trilogía surgió con la llegada de Acuña a River en 2024. El Huevo, que había deslumbrado en Racing antes de emigrar a Europa, eligió al Millonario, a pesar de que había sido tanteado por la Academia -según dijo el expresidente Víctor Blanco-, propuesta que el campeón del mundo había rechazado con la intención de seguir en Sevilla.

"No me costó tomar la decisión. El único que me llamó fue River, fue Marcelo (Gallardo). Ningún otro club del fútbol argentino. Los dirigentes de Racing se manejaron muy mal conmigo y con mi familia. Recibí amenazas de mucha gente, solo por lavarse las manos ellos", dijo Acuña luego de su debut en River, en agosto de 2024 contra Newell's, en una entrevista con ESPN.

En su primera visita al estadio Presidente Perón con los colores de River, Acuña fue silbado por los hinchas de Racing desde que lo anunciaron por los altoparlantes y en cada una de sus intervenciones.

La salida de Salas de Racing a River, la gran polémica entre los clubes

La siguiente vuelta de esta espiral de conflictos se dio con la salida de Salas de Racing y su incorporación a River. La novela del invierno tuvo idas y vueltas, cruces dialécticos y vínculos rotos.

La mecha se encendió con un llamado de Gallardo a Salas. El delantero estaba en plena negociación para renovar su contrato en la Academia, pero la propuesta del DT del Millonario lo sedujo. Luego, más allá de distintas versiones, lo concreto es que el atacante mudó su explosiva combinación de sacrificio y goles de Avellaneda a Núñez a cambio de la cláusula de rescisión de 8 millones de euros, ya que Racing no aceptaba venderlo.

Diego Milito plantó la bandera de Racing en la previa al inicio de la temporada: "La palabra que resume todo es decepción, sobre todo con River como institución: su presidente y su secretario general no pudieron honrar su palabra. Nosotros defendemos al club, y no lo queríamos negociar, aunque el jugador decidió por propia voluntad ejecutar la cláusula. Más allá de las cláusulas está la voluntad del jugador, y nadie quiere tener a un jugador que no quiere estar en el club". Y luego apuntó directo a Gallardo, con quien tenía una relación cercana, por su manera de comportarse: "Con el entrenador de River hace más de un año que no hablo, no tengo diálogo, no soy amigo. Quizás es su práctica habitual. Yo no lo haría".

Por supuesto, Salas dio su versión de los hechos, a través de un publicación en redes sociales: "Sé que hay mucho enojo y bronca, mucho invento y mentira. Nunca me quisieron aumentar un solo peso y para mí eso también fue una desilusión. Decidí irme por dignidad, tras su destrato durante meses".

Gallardo también se sumó al fuego cruzado: "La palabra de Salas fue lo más importante y él se expresó. Ya hablaron demasiado y poco me preocupan las opiniones externas. Sé muy bien qué es lo que soy, y cómo me comporto sin hipocresía".

Y Costas remató: "No me desilusionó, yo no le cierro la puerta a nadie. El que se quiere ir, el que logra irse porque va a tener más plata, no tengo problema". Aunque luego explicó que la salida de Salas "dividió a todos" en el plantel de Racing.

Quintero: el pacto de caballeros con Racing y la vuelta a River

El tridente lo completa Juan Fernando Quintero. Finalizó anticipadamente su contrato con Racing porque necesitaba regresar a Colombia por cuestiones personales. Durante su breve paso por América de Cali explicó que tenía un "pacto de caballeros" con los dirigentes del club de Avellaneda. Ese acuerdo consistía en que el jugador no regresaría en lo inmediato a otro club del fútbol argentino.

Sin embargo, la tentación de volver a jugar en River bajo las órdenes de su querido Gallardo fue más fuerte. El mediocampista creativo intentó explicar su caso: "Fue un pacto. En diciembre, cuando salí de Racing, hablé con el presidente Diego Milito, con quien tengo muy buena relación. Le dije que se quedara tranquilo, que no iba a ir a River en ese momento, seguramente tampoco iba a negociar". Poco después, un conflicto con América aceleró su retorno. "Pero ya pasaron seis meses, tuve una situación particular en América, que no me pudo pagar durante seis meses, algo muy básico, y no es lo que esperaba. Prácticamente llevo seis meses sin cobrar, es mucho dinero", dijo Quintero.

Además de Acuña, Salas y Quintero, otros jugadores condimentan el clásico entre Racing y River: Marcos Rojo, zaguero de la Academia, por su fuerte identificación con Boca, y Bruno Zuculini y Santiago Sosa, quienes jugaron para el Millonario en el pasado y ahora visten de celeste y blanco.

Al margen de cuestiones individuales, aparecen los contextos colectivos. El presente de River, eliminado de la CONMEBOL Libertadores y con cuatro derrotas consecutivas, es tan inusual como apremiante. El de Racing, semifinalista del máximo torneo del continente y con pocas luces en el Torneo Clausura, es inestable.

El duelo por la Copa Argentina marcará un punto importante en el recorrido de ambos en esta temporada. Puede ser un camino hacia la próxima Libertadores o hacia la debacle futbolera.