El Estadio Olímpico Nilton Santos, la casa del club Botafogo, no siempre tuvo este nombre que homenajea a un legendario futbolista que, pese a ser considerado por la FIFA como el mejor lateral izquierdo del Siglo XX, no jugó ni un minuto en el Mundial de 1950, existiendo una leyenda respecto a esta situación.
Nilton Santos, apodado como ‘La Enciclopedia del fútbol’, nació el 16 de mayo de 1925 y falleció el 27 de noviembre de 2013, siempre en Río de Janeiro. Y lo de siempre no es tan exagerado: como profesional, sólo defendió dos camisetas, la de Botafogo (entre 1948 y 1964) y la de la Selección Brasileña.
De gran vocación ofensiva, inmensa categoría y riqueza técnica, fue nombrado por la FIFA como el mejor lateral izquierdo del Siglo XX y elegido como uno de los mejores cinco defensas de la historia del fútbol sudamericano por la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol), junto a Elías Figueroa, José Nasazzi, Héctor Chumpitaz y Daniel Passarella.
Con la selección de su país ganó los Mundiales de Suecia 1958 y Chile 1962, disputó 86 partidos, marcó cuatro goles y fue convocado para cuatro Copas del Mundo, aunque sólo jugó tres.
En 1948 ganó su primer título con el club Botafogo de Futebol e Regatas (el Campeonato Carioca), y comenzó a destacar con su gran rendimiento, razón por la que fue convocado para defender a la Selección de Brasil, siendo citado para el Mundial de 1950.
Sin embargo, cuenta la leyenda que el entrenador brasileño Flávio Costa le habría dicho en la previa a la Copa del Mundo que ‘un defensa de su equipo no puede jugar con zapatos sin punta’.
“Yo no pateo la pelota con la punta”, retrucó Santos, quien no llegó a sumar ningún minuto durante todo el Mundial, por lo que vio desde la tribuna el triunfo y consagración de Uruguay en el último partido del certamen, ganando 2 a 1 al local con asistencia y gol de su puntero derecho Alcides Edgardo Ghiggia, quien no pudo ser controlado por Bigode, el lateral izquierdo titular de aquel combinado brasileño.
Santos se ganó el puesto en el elenco de Brasil algún año más tarde, finalmente tuvo su debut mundialista en Suiza 1954 y luego ganaría las siguientes dos Copas del Mundo. “No hay dinero que pague ganar un Mundial. Yo sólo jugué en el equipo de Garrincha y Pelé; tuve esa suerte”, declaró en su momento.
Su relevancia en la historia de Garrincha y el nombre del estadio de Botafogo
A propósito del legendario Mané Garrincha, otro de los grandes ídolos en la historia de Botafogo, se había probado en Botafogo en 1953, debiendo enfrentar a Santos, a quien superó constantemente, por lo que el lateral izquierdo recomendó inmediatamente su fichaje ‘para no tener que marcarlo nunca más’.
Santos jugó en Botafogo hasta 1964 y falleció en 2013. Dos años más tarde, Botafogo (administrador del Estadio Olímpico de Río de Janeiro desde 2007) solicitó que el escenario, inaugurado en 2007, dejara de llamarse Estadio Olímpico João Havelange (nombre que era resistido por gran parte del público brasileño), y pasara a tener como título el del ex futbolista en todos los partidos donde el club carioca oficiara de local (es decir, esto excluía partidos entre otros clubes o encuentros de selecciones).
João Havelange, fallecido en 2016, fue un dirigente deportivo brasileño, presidente de la FIFA desde 1974 hasta 1998. Primero se aprobó esta petición para los partidos de Botafogo, y en febrero de 2017 el estadio pasó a denominarse definitivamente Estadio Olímpico Nilton Santos.
Este recinto deportivo, también conocido popularmente como el ‘Engenhão’, tiene una capacidad para albergar a 46.831 espectadores.
“Nilton Santos fue el jugador que más jugó con la camiseta de Botafogo: disputó 729 partidos. Nunca defendió otro club. Jugó entre 1948 y 1964, período en el que fue cuatro veces campeón carioca y bicampeón del torneo Rio-São Paulo. Conquistó también otros diversos torneos internacionales. Nunca perdió una decisión; por la Selección Brasileña, fue campeón en 1958 y 1962. Por conocer todos los secretos de la pelota, fue conocido como ‘La Enciclopedia del fútbol’. Fue considerado por la FIFA como el mejor lateral izquierdo del mundo de todos los tiempos”.
Así se puede leer en la estatua de bronce que homenajea a Santos en la entrada principal del estadio de Botafogo, escultura inaugurada el 27 de setiembre de 2009 y cuyo autor fue Edgar Duvivier.
Su fidelidad a Botafogo le permitió integrar la lista de los ‘One club man’ (donde por ejemplo están los uruguayos José Piendibene y Néstor ‘Tito’ Gonçalves, quienes únicamente jugaron en Peñarol), y recibir el eterno respeto y admiración de los hinchas del elenco carioca, aspectos reflejados en el nombre del estadio olímpico de Río de Janeiro.