Capitán, figura, goleador y verdugo del Milan: en su actual idilio con la hinchada de Inter, Lautaro Martínez llena todos los casilleros. Es que el gol que selló la clasificación a la final de la UEFA Champions League fue el momento definitivo para el Toro, en el duelo entre los dos grandes del Norte de Italia por un lugar en la definición contra Manchester City.
Ya en cuartos de final, el atacante argentino había anotado un tanto clave en la revancha contra Benfica, sacudiendo de primera un centro enviado por Federico Dimarco.
Después, en el Derby de la Madonnina, confirmó que llegará en un gran momento, con un rendimiento de menor a mayor, al partido decisivo del 10 de junio en Estambul. A los 38 minutos del segundo tiempo, tras una doble pared dentro del área con el belga Romelu Lukaku, metió un zurdazo inatajable para poner el 1-0. Gol clave para comenzar a definir la serie.
El comienzo de la Champions, en 2022, había tenido un color diferente para el centrodelantero: en los primeros nueve partidos convirtió un solo gol, en el 3-3 contra Barcelona en el Camp Nou por una fase de grupos que el Inter superó sin brillo: con tres triunfos, un empate y dos derrotas, para quedar segundo a 8 puntos de Bayern Munich.
Pero como si aquel cabezazo desviado en el último instante de la final contra Francia en Qatar le hubiese puesto punto final a los días con el arco cerrado, las cosas cambiaron completamente en 2023.
No solo fueron esos dos goles que cerraron las series contra Benfica y Milan. En lo que va del año, Lautaro lleva marcados 21 tantos, cifra que lo convierte en el máximo artillero argentino en el fútbol europeo en este período.
Por otra parte, tras la clasificación frente a Milan, volvió a brillar en la final de la Copa de Italia, con dos goles en ocho minutos para dar vuelta el marcador contra la Fiorentina, darle al Inter el 2-1 definitivo y superar la barrera de los 100 goles en el club.
Todo esto, a pesar de la dolencia en el tobillo derecho que lo tuvo a maltraer en el final de 2022 -y en el Mundial- y le sigue molestando, a tal punto que tras el choque contra el City se perderá la próxima gira de la Selección Argentina para hacerse un tratamiento.
La forma de jugar del equipo dirigido por Simone Inzaghi, más en la Champions que en la liga italiana, es otro aspecto que favorece el lucimiento de Lautaro Martínez.
Inzaghi es un técnico que apuesta al armado de atrás para adelante. Su Inter busca el equilibrio pero cuando la balanza se inclina, pesa más el orden defensivo que las aventuras en ataque.
En este juego se destacan las características del Toro, un goleador que no solo vive del gol sino que sabe sacrificarse, fajarse con los defensores rivales y no dar nunca una pelota por perdida ni una jugada por terminada.
Particularmente en el “partido de 180 minutos” por las semifinales de la competición europea, influido por la rápida ventaja que sacó el Inter en la ida, se vio la cara quizá menos lucida pero más solidaria de Martínez, a veces con poca compañía, o lejos del área, siempre colaborando y participando.
La ovación cuando salió de la cancha en la revancha, reemplazado por Joaquín Correa, tuvo que ver con aquel gol decisivo pero también con todo lo que hizo antes, en especial en el primer partido, en el que tuvo pocas chances de convertir pero generó espacios constantemente para Edin Dzeko y Lukaku.
El final de temporada puede ser histórico. Así como en 2021 fue una figura importante en el reparto del Inter que ganó la Serie A tras 11 años, ahora Lautaro Martínez tiene la chance de ser el gran protagonista que levante el trofeo si los Neroazzurri llegan al título continental que se les niega también desde 2010.