Con Lautaro Martínez como gran figura, ya que metió dos goles y distribuyó juego de forma magistal, Inter le ganó por 2-1 un verdadero partidazo a Fiorentina y conquistó la Copa Italia.
El argentino ya había avisado de lo que sería su noche a los 23 minutos cuando encabezó un contraataque, se sacó a un hombre de encima y dejó mano a mano al bosnio Edin Dzeko, que definió mal ante la salida del arquero de la Fiore, el italiano Pietro Terracciano.
Visto y considerando que no alcanzaba con eso, y su equipo seguía perdiendo por 1-0 por el tempranero tanto de su compatriota Nicolás González (a los 2 minutos), Lautaro se dio cuenta de que directamente se iba a tener que hacer cargo de anotar los goles, y no tardó en concretarlos.
Primero a los 28, al aprovechar una enorme asistencia de Marcelo Brozovic, que lo dejó solo ante Terracciano por el lado derecho del área. Martínez sacó un violento tiro cruzado y festejó. Fue su gol número 100 en el Nerazzurro.
Después, a los 36. anticipó dentro del área al defensor que lo marcaba y le rompió el arco a la Fiore con una muy potente volea.
Del otro lado, el Viola respetaba su planteo ofensivo, que no dejó de lado ni siquiera cuando estaba en ventaja. Mandaba a mucha gente arriba, a riesgo de quedar dos contra dos en defensa, y por eso el encuentro fue sumamente divertido.
Lo pagó con la derrota solamente porque sus delanteros no estuvieron tan acertados como Lautaro. La realidad es que tuvo tantas chances de gol como su rival.
El propio Nico González pudo haber empatado a los 72 minutos, y lo mismo su compañero Cristiano Biraghi a los 74.
Luca Jovic tuvo, a los 83 minutos, la más clara del Viola para equilibrar. Centro de Dodo a la cabeza del serbio, que cabeceó solo. Cruzó la ejecución buscando el palo derecho del arco de Inter, pero se le fue apenas ancha.
Inter aguantó, se sobrepuso a los embates de la Fiore, y se consagró bicampeón del certamen (había ganado la Copa Italia en 2022) y lograr este título por novena vez en su historia.