Lille selló su clasificación directa para los octavos de final de la UEFA Champions League 2024/2025 tras firmar una gran goleada frente a Feyenoord (6-1), que sucumbió ante las ganas del conjunto francés con un toque de mala suerte tras marcarse dos goles en propia meta y otro de rebote.
Antes del pitido inicial, ambos equipos tenían opciones de conseguir entrar entre los ocho mejores. No era ninguna locura, pero tenían que ganar y esperar alguna que otra carambola. Tanto franceses como neerlandeses, tenían trece puntos, los mismos que el Leverkusen, octavo y dos posiciones por debajo.
En Lille, Bruno Génésio sorprendió con su alineación, porque dejó en el banco a su máximo goleador, Jonathan David, para dar entrada en el once a Mohamed Bayo. El atacante canadiense, su arma ofensiva más letal, se ubicó junto a los suplentes a la espera de que una oportunidad de su entrenador, que apostó por un delantero más corpulento para fijar centrales.
Los jugadores de Génésio saltaron al terreno de juego revolucionados, con ganas de avasallar a su rival, que tembló con el tempranero tanto de Osame Sahraoui. Rémy Cabella, entre un bosque de jugadores, se sacó un pase entre líneas preciso que no desaprovechó su compañero para, a los cuatro minutos, adelantar a Lille con un disparo cruzado ante Justin Bijlow.
Feyenoord, sin embargo, no cedió terreno. El equipo de Brian Priske, pese al tropezón, levantó pronto la cabeza y, tras un aviso de Santi Giménez, a quien anularon un gol por falta previa de Antonio Milambo, dio en la diana al borde del cuarto de hora.
Gernot Trauner, solo dentro del área, remató de cabeza sin oposición alguna un córner. El mismo Giménez, que pasaba por el área pequeña, desvió la pelota con un sutil toque que bastó para empatar el choque.
Al mexicano no le duró mucho la alegría. Tuvo que abandonar el terreno de juego con problemas en su tobillo derecho. Ayase Ueda, a los 28 minutos, ocupó el sitio de un jugador que podría abandonar Feyenoord en el mercado de invierno. No le faltan candidatos, entre ellos Milan, que ya habría hecho una oferta al club neerlandés.
A Giménez le acompañó en la desgracia el arquero Justin Bijlow, que también salió del campo lesionado por su compañero Timon Wellenreuther, que no pudo evitar el tanto en propia meta de Trauner al filo del descanso. A Feyenoord no le acompañó la suerte y Lille, con un buen inicio, se marchó al descanso en la séptima posición con el objetivo de acabar entre los ocho primeros cumplido.
Pero el partido no había terminado. Aún restaban 45 minutos para el final y estaba abierto. Sin embargo, no era el día de Feyenoord, abonado a la mala suerte en el acto inicial con continuidad en el segundo, cuando Dávid Hancko, en un disparo de Angel Gomes desvió la pelota hacia su arco para aumentar la renta del Lille en el marcador.
El equipo de Génésio ya había hecho su trabajo. Le restaba media hora para el final del partido. Sólo tenía que aumentar el marcador y esperar el resultado de otros partidos. David, con hambre de gol tras salir desde el banco, elevó el cuarto tanto al marcador con un gran disparo cruzado desde dentro del área; con la ayuda de otro tanto en propia meta de Trauner, hizo el quinto; y Cabella, de cabeza, el sexto.
Cuantos más goles, más opciones tenía el Lille de terminar más allá del octavo puesto. Sólo las victorias del Milan y del Atalanta y sumar menos diferencia de goles que el Aston Villa, podían desalojar al cuadro francés de la octava plaza. El Milan no pudo con el Dinamo Zagreb, el Atalanta empató en el Camp Nou y el 6-1 sirvió al Lille para terminar en una meritoria séptima posición. El Feyenoord, se conformará con disputar la repesca, que no es poco.