Old Trafford, el Teatro de los Sueños, fue el escenario perfecto para que Thomas Tuchel gritase a Europa que el PSG no va de farol. No al menos de momento. La racha de Solskjaer se acabó de forma abrupta después de once victorias y un empate desde que sustituyó a Mourinho, arrollado su Manchester United por un rival que le dio un repaso futbolístico en la segunda parte.
Apenas dos veces tuvo que intervenir Buffon mientras De Gea se multiplicó para evitar que la derrota de los 'Diablos Rojos' fuera una humillación insalvable, después de una primera mitad en la que chocó la intensidad arrolladora del United y la paciencia controlada del PSG para encaminarse a una segunda en la que el equipo francés pasó por encima como y cuando quiso.
¿Neymar? ¿Cavani? ¿Meunier? ¿¿Rabiot?? Tuchel solventó los problemas con magnificencia. Metió a Alves arriba en la banda y a Mbappé de 9, móvil y eléctrico para enloquecer a la zaga local. Y a Marquinhos, apartado de la zaga por la pujanza de un excelente Kimpembe, lo colocó acompañando en el centro a Draxler... Y a un omnipresente Verratti, que completó 75 minutos (hasta su sustitución) de matrícula.
El United se presentó recordando al equipo furioso que un día fue bajo el mando de Alex Ferguson. Presión arriba, pelea, lucha, entrega y transiciones rápidas ante el clamor de una hinchada entregada por la brega de los suyos... que sin embargo apenas si pusieron a prueba a Buffon.
Pogba volvió a ser el pulmón y a recordar al excelente jugador de la Juventus llevando en volandas a los suyos mientras el PSG iba tomando las medidas al juego, entendiendo su posicionamiento a las órdenes del entrenador, que pedía calma y paciencia, esperando a dar el golpe.
APLASTAMIENTO
Y el golpe llegó en la segunda mitad. Dio un paso adelante colectivamente el PSG, mirando el ordenamiento de Verratti, comenzó a presionar, combinar, hacer correr el balón y empequeñeció a un United incapaz de mantener el ritmo del primer tiempo.
Y que fue cediendo terreno primero y entregándose al orden del rival, que no tardó nada en hacerse el dueño absoluto del partido. Marcó un excelente gol Kimpembe y un golazo Mbappé, ambos servidos por Di María, recibido de uñas por la afición inglesa y que disfrutó a lo grande provocando con fútbol y palabras.
¿Decidido? El fútbol es impredecible y bien lo sabe el PSG que sufrió una remontada imposible en el Camp Nou frente al Barça hace dos años... Pero, de lógica, su pase a los cuartos de final puede comenzar a imaginarse como un hecho. Derrumbado, rendido y con Pogba sancionado por la expulsión de última hora, el Manchester United necesitará un auténtico milagro en el Parque de los Príncipes.