Luego de confirmarse la salida del delantero Nicolás Castillo de Universidad Católica, el futbolista se fue en contra de la dirigencia de Cruzados, sociedad que rige los destinos del cuadro estudiantil.
Y el delantero apuntó al polémico hecho que tuvo, cuando realizó polémicos gestos a la barra de Universidad de Chile en el último clásico universitario disputado en Santa Laura.
"Después del clásico con la U hubo una reunión. Después de todo lo que se generó por los gestos que hice. Pude haberme excedido, pasó, fueron muchas emociones del momento, de lo que me venían diciendo desde antes. Fue todo un cúmulo de emociones. Después de eso, tuve una reunión con los dirigentes, con (José María) Buljubasich y (Juan) Tagle y siento que desde esa reunión el trato fue diferente. Cambió todo con ellos y con el cuerpo técnico. Después de eso jugué mucho menos, entonces algo pasó", reconoció el ariete en entrevista con el canal de YouTube del periodista Bruno Sampieri.
"Hubo cosas que no me gustaron, que me dijeron que me molestaron, me faltaron el respeto. Que el presidente me diga que se gastaron tres, cuatro millones de pesos en llevarme a España a operarme, cosa que yo no pedí. Que te saquen en cara que fue un gasto económico para el club el llevarme allá, siendo que yo no lo pedí. A mí me llevó el cuerpo médico a ese doctor, que justo estaba en Chile, me dijeron 'tienes esto, nosotros hacemos esto, ya hagámoslo' y fue así. Pero yo nunca pedí 'yo quiero operarme con ese doctor, quiero ir a operarme a España', no, el club fue y dijo este es el doctor que te va a operar, listo", añadió.
Además, realizó una sorpresiva revelación: "Hice esfuerzos que poca gente podría hacer al llegar al club, jugué casi gratis y con eso, te lo digo todo. Tenía un contrato por objetivo, solo ganaba dinero si jugaba. Lo acepté porque yo quería volver a Católica", comentó.
"Al jugador de casa es al que menos respetan, lo viví ahora y en el pasado. Uno se va con pena más que enojado, por cómo fueron con uno y por la gente que da todo por el club. No me gustan como están haciendo las cosas. El trato no me gusta. Que yo dijera las cosas de frente, la verdad, era un problema para ellos. Quizás me pasó la cuenta ser tan frontal. Yo les dije en la cara que no me gustaba cómo estaban haciendo las cosas", añadió.
Por último, Castillo sentenció: "Me dijeron que me iba por algo deportivo, pero para mí la decisión para por algo netamente dirigencial. No fue deportivo. Dijeron que respetaban mi trayectoria en el club y no lo hicieron. Tiago llegó y no me citó. Cuando jugué ante Copiapó ni siquiera fui el capitán siendo que era de casa, fue otra falta de respeto más".