La CONMEBOL Libertadores está cerca de su inicio. El certamen ya definió a todos los equipos que serán parte de la fase de grupos y el sorteo de la fase de grupos se realizará el 18 de marzo. Tal como ocurrió en las últimas ediciones, los equipos de Brasil se mantienen como los principales candidatos al título gracias a su poderío económico y sus planteles con estrellas que hacen la diferencia. Eso hace que se plantee la pregunta: ¿se podrá competir con ellos en este 2024? ¿Se terminará al fin su hegemonía?
Brasil, otra vez gran favorito en la Libertadores
En las últimas siete copas, seis campeones fueron de Brasil. Gremio comenzó el reinado en 2017 con un triunfo claro sobre Lanús. Luego, entre Palmeiras y Flamengo se repartieron cinco campeonatos y Fluminense es el actual campeón. River Plate cortó la seguidilla, hace ya un lustro. Además, de los 14 finalistas en esos siete años, nueve fueron de Brasil y cinco de Argentina.
La tarea no es sencilla para el resto del continente. Los equipos de Brasil presentan planteles con gran jerarquía e incluso más allá de los once titulares habituales, los suplentes pueden hacer la diferencia en duelos candentes como lo son los de la Libertadores. Flamengo y Palmeiras son un ejemplo muy claro de esto.
Incluso, aquellos equipos que no campeonaron en los últimos años en Copa Libertadores han estado en instancias decisivas del certamen como Atlético Mineiro, Internacional, Corinthians y Paranaense.
El regreso de estrellas brasileñas al fútbol local también ha marcado un antes y un después. Como antes fueron Gabigol, Hulk, David Luiz, Willian (que ya retornó a la Premier League) y Fernandinho, en los últimos tiempos han retornado Douglas Costa, Gerson, Luiz Henrique y Gustavo Scarpa.
Según la web Transfermkt, el top diez de equipo más valiosos de la CONMEBOL Libertadores está compuesto por nueve equipos brasileños y solo uno argentino, River. Palmeiras, Flamengo y Fluminense ocupan el podio y recién después viene el conjunto dirigido por Martín Demichelis.
Brasil se ha convertido también en el mercado más importante de América, y varios jugadores de selección eligen los clubes de este país. Rafael Borré, Nicolás de la Cruz, Aníbal Moreno y Benjamín Rollheiser son algunos ejemplos de esto. Todos futbolistas que han sido figuras en el fútbol argentino.
A pesar de esa gran diferencia económica y futbolística, en los últimos meses se han visto señales que invitan a creer al resto de Sudamérica en sus posibilidades de competir en esta CONMEBOL Libertadores. Boca Juniors, que este año solo jugará la CONMEBOL Sudamericana, alcanzó la final de la última edición tras eliminar a Palmeiras, y Liga de Quito superó a todos los brasileños en la segunda competencia continental el año pasado.
Además de los siempre candidatos representantes de Argentina, que este año tendrán a River Plate, Estudiantes, San Lorenzo, Rosario Central y Talleres como abanderados, los equipos de Ecuador han demostrado capacidad de dar pelea. Liga de Quito y Barcelona buscarán sostener el buen presente de su país en los torneos continentales.
El resto de Sudamérica no parece estar en condiciones de competir mano a mano. Por ejemplo, Colombia está ausente de las instancias finales desde hace ocho años, tras el título de Atlético Nacional en 2016. Esta vez, Atlético Junior se armó muy bien y quiere romper esa mala racha, pero será un desafío muy duro.
El fútbol uruguayo lleva aún más tiempo alejado de los primeros planos. En 2024, su esperanza está en lo que puedan aportar Liverpool, el sorprendente campeón nacional, y el histórico Peñarol, que regresa tras la ausencia de 2023. El Manya fue el último oriental en jugar la final, en 2011 ante el Santos de Neymar.
El nivel de Paraguay siempre genera expectactiva en la Copa, aunque ha sido irregular. En 2013-2014 vivieron un gran momento con dos representantes en la gran final (Olimpia y El Nacional). Tras esas dos actuaciones, los paraguayos han estado lejos de los momentos clave de la Copa Libertadres.
Si bien el panorama es complejo, cuando la pelota comience a rodar todo el análisis y la susposiciones quedarán en nada, la dinámica del fútbol hará su trabajo y quien llega con todos los papeles de favorito puede caer ante cualquier rival con ambiciones y carácter.