Palmeiras, rival de Boca en las semifinales de la CONMEBOL Libertadores, es un equipo exitoso en términos de resultados, aunque con virtudes diferentes a las que han identificado al fútbol brasileño.
Frases de negación como que no es el típico equipo que quedará en la historia de Brasil son recurrentes. O que "juega mal y gana". Pero ¿es tan así? El Verdao vive su apogeo futbolístico desde la llegada del portugués Abel Ferreira, después de haber logrado un bicampeonato de América y de ser hoy el candidato a volver a ganarla. Es un equipo fijo en semifinales por lo menos desde 2020, el año de su arribo. Antes, había alcanzado la instancia en 2018 cuando cayó ante el Xeneize.
El modelo Palmeiras da sus frutos, con un entrenador extravagante y motivador. Se podría decir que es pragmático o versátil, aunque está claro que no todo pragmatismo es igual.
Lo cierto es que este equipo no tiene la tradición brasileña de dos laterales "aviones"; de hecho el titular por izquierda es uruguayo, Joaquín Piquerez (y su antecesor, Matías Viña, también lo era). Tampoco es un equipo de jogo bonito, sino inteligente para lastimar al rival en sus puntos más flojos.
Es un conjunto ordenado, compacto, con dos zagueros de garantía (que a veces pueden ser tres) como el paraguayo Gustavo Gómez y Murilo. Los laterales como Piquerez y Marcos Rocha no son ofensivos pero avanzan con criterio al ataque para acompañar a los extremos, habilidosos y rápidos, como Dudú, Artur o Raphael Veiga.
Pero, sobre todo, Palmeiras va contra la hegemonía del fútbol actual. No es un equipo de toques cortos y posesión, sino que intenta salir jugando para atraer a sus rivales y aprovechar en largo con los futbolistas dedicados a la ofensiva. Y lo logra, porque es su idea. No tiene un nueve tradicional fijo, corpulento, sino que suele jugar Rony, un futbolista que perfectamente podría ser extremo en el equipo de Ferreira. Eso permite una entrada y salida en ataque difícil de descifrar, ya que cualquiera de los futbolistas ofensivos puede llegar a definir las jugadas.
Y así, quizás sin brillar, gana e incluso golea. Por la jerarquía individual, porque sus futbolistas son convencidos y realizan su parte y porque a nivel colectivo es un equipo duro de superar, además de que son futbolistas que vienen jugando juntos hace años.
Pero la versatilidad de sus futbolistas es clave para amoldarse. El equipo de Palmeiras no sale de memoria, sino que se acopla a lo que necesita. Ya sea con línea de tres, extremos o dos delanteros, el Verdao cumple. Y Ferreira lo sabe, porque además de representar un caso extraordinario en un fútbol en el que los entrenadores se renuevan constantemente, no va a dirigir a su equipo ante un rival que no haya estudiado previamente, por lo que aprovecha la extensión del plantel para ubicar en cancha al equipo que mejor resultados puede darle para cada partido.
A continuación, repasamos los puntos fuertes y débiles del equipo comandado por el portugués.
Los puntos fuertes de Palmeiras
LA MOTIVACIÓN
Palmeiras es un equipo solidario, que sabe lo que tiene que hacer en la cancha. Además de tener gran jerarquía en el plantel (valuado en 160 millones de euros según Transfermarkt, convirtiéndose en el segundo más caro de América Latina por poco detrás de Flamengo), el DT sabe cómo llegarle a sus dirigidos, quizás la clave de su éxito. No es para cualquiera. En 2021, el club difundió un video de la charla pre-partido ante River por la CONMEBOL Libertadores, en el que Ferreira le habla directamente a sus dirigidos y les pide jugar con "la cabeza fría y el corazón caliente". El video se viralizó rápido cuando no era el Abel Ferreira de hoy. Ya había ganado la del 2020, pero todavía tendría que ganar esa misma Libertadores para engrandecer su figura.
Así motivó Abel Ferreira a sus jugadores previo al duelo de ida ante el Millonario por semis de CONMEBOL Libertadores.
LA PELOTA PARADA
El Verdao suele imponerse por vía aérea ante sus rivales a nivel ofensivo y defensivo. Con Gustavo Gómez como estandarte, el equipo es letal por arriba y suele sacar adelante partidos que se le presentan complicados por esa vía. Si no convence desde el juego, tiene una gran arma para romper el marcador.
LA VERSATILIDAD
Si bien generalmente eligen jugar con un 4-2-3-1, lo cierto es que Palmeiras está acostumbrado a variar. Ha jugado en más de una ocasión con tres defensores, o con cuatro que terminan siendo dos en la zaga final con sus laterales despegados. Incluso tiene en el banco jugadores con distintas características para variar según el partido.
LA DINÁMICA
Es un equipo que no juega con un falso nueve, lo que dificulta la fijación de la marca para sus rivales. Quien suele ocupar ese lugar es Roni, un delantero potente y rápido que sale a jugar para que aparezcan sus compañeros por sorpresa. Eso hace que sea un equipo difícil de defender porque no se sabe bien quién puede llegar a definir.
Los puntos débiles
Si bien no hay muchos para remarcar, hay dos que son para destacar sobre todo para estas instancias.
EL RETROCESO
El equipo de Abel Ferreira atrae la presión rival y juega en largo, por lo que gusta de atacar con sus rápidos arriba mano a mano a los defensores. Sin embargo, ¿qué pasa cuando es al revés? Si no logra plasmar su juego y debe realizar fases más largas hasta llegar al arco rival soltando a sus laterales, es una realidad que a veces el rival se encuentra con muchos espacios para llegar al arco defendido por Weverton.
LOS PENALES
El propio Weverton no ataja un penal desde 2019, por lo que en caso de que Boca llegue a los tiros desde los doce pasos ante el Palmeiras, sabrá que el arquero rival no es una garantía en esa faceta.