A Universitario le bastaba un empate para mantenerse vivos a nivel internacional. Sin embargo, en Quito tuvieron uno de sus peores partidos del año y cayeron 2-0 ante Liga de Quito, quedando últimos en su grupo de la CONMEBOL Libertadores con solo 5 puntos y perdiendo la gran chance de ir a la Sudamericana.
Este flojo cierre, tranquilamente catalogado como un fracaso en el año de su centenario, se deben a algunas razones futbolísticas y también de la gestión.
Erraron en las contrataciones
Universitario se consagró campeón de la Liga1 2023 y algunas semanas antes ya sabía que, por lo menos, iba a tener cupo directo a la Libertadores. Sin embargo, cuando llegó el 2024 no se dieron las contrataciones que se esperaban. Llegaron dos delanteros con poco gol, como Diego Dorregaray y Christopher Olivares; un extremo que solo se destaca por la potencia y velocidad, como Segundo Portocarrero, un volante interior que no volvió en su mejor versión, como Christofer Gonzales; y otro que no daba talla internacional en la previa, como Jairo Concha. El único que se salvó fue Sebastián Britos.
El bajo nivel internacional de algunos
Matías Di Benedetto y Williams Riveros no rindieron como en el 2023. Dos centrales que les costó mucho los delanteros internacionales y fallaron en momentos cruciales. Alex Valera tampoco estuvo a la altura como en otras ocasiones.
Cansancio por partidos seguidos
A Universitario le costó mucho lo físico, más aun peleando el Torneo Apertura y la CONMEBOL Libertadores. Ya ante ADT se había notado un equipo muy desgastado y terminó jugando partido ante Cienciano en la altura y ante Chankas en un cotejo a todo dar. Sumando los rivales internacionales, todo estaba cuesta arriba. Cerrar en Quito fue una de las peores noticias, más aún ante un técnico que rotó poco el equipo.