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México no enfrenta a Panamá, sino al 'Resto de la Concacaf'

LOS ÁNGELES -- México no enfrenta a los demonios de Panamá, enfrenta a todos los demonios de la Concacaf.

México no enfrenta a Aníbal Godoy o a Adalberto Carrasquilla o a Édgar Bárcenas o a Eric Davis. Enfrenta a Panamá en un momento intermedio de un largo proceso con Thomas Christiansen.

Pero, además, el Tri enfrenta al sumun, al acumulado, de los adversarios que ha tenido en esta Copa Oro. Y eso le sienta bien al proceso de Jaime Lozano.

Porque esta Panamá finalista, la del mejor futbol en esta Copa Oro, enlista las virtudes de los adversarios que ha sorteado México. Es como si enfrentara al Resto de la Copa Oro o al Resto de la Concacaf.

1.- México estará enfrentando a una versión de la Costa Rica persistente, técnica, creativa por momentos.

2.- Y encarará a jugadores atléticos, veloces y potentes, en versiones cercanas a Honduras y Haití. Incluso con cierta explosividad e intentos verticales como Jamaica, pero que también elabora a partir de jugadores como Bárcenas, el equilibrio de Godoy, y la manifestación de Carrasquilla, de momento el mejor futbolista del certamen.

3.- ¿Y Qatar, la única selección que ha vencido al Tri en este vcertamen? La capacidad de reorganizarse, replegarse y morder que mostró, la tienen los canaleros.

Esto no convierte a Panamá en invencible, pero la convierte en el mejor sinodal que puede tener Jaime Lozano en su proceso con México en este torneo, sin soslayar que el plantel que maneja Jimmy no es necesariamente el que él hubiera elegido para la Copa Oro.

La riqueza panameña no la suponen sus jugadores, pero sí son los pilares de un sistema de juego, de una propuesta y de un funcionamiento, que al entrenador Thomas Christiansen le ha llevado años elaborar.

Bien lo decía Lozano en conferencia de prensa. Lo de Panamá significa todo un proceso que a él le agradaría ver con la Selección Mexicana. Especialmente para consolidar que la riqueza sólida del colectiva está por encima de los jugadores, pero es fortalecida por la calidad de los jugadores.

El entendimiento de los jugadores con el libreto original se demuestra cuando hay que improvisar en el mismo guion, no sólo en el recurso de modificaciones en el parado del equipo, sino también en la posibilidad de reposicionar a sus futbolistas, o incluso en la fácil adaptación en los cambios de jugadores, como quedó en claro ante Estados Unidos.

Sin embargo, México ha mejorado, especialmente en comparación con el aciago 15 de junio ante Estados Unidos en la Semifinal de la Liga de las Naciones. “Hoy sólo queremos ganar, pensamos sólo en ganar, aquella vez (ante EEUU), sólo pensábamos en no perder”, ha explicado Luis Romo, uno de los futbolistas que ha mostrado una cara similar a la que tuvo en aquel Cruz Azul campeón.

Más allá de las sociedades ofensivas de Panamá y de generar condiciones de gol, aún no consigue que Ismael Ruiz, el futbolista más cercano al gol, consume todas las posibilidades que se le presentan. Cualidades tiene como demostró ante EEUU en el gol anulado. ¿Se inclinará Christiansen por un cambio brusco y arrancar con Cecilio Waterman en una labor de erosión en el fondo del equipo mexicano?

El Tri, por su parte ha demostrado que está preparado para el reto, para enfrentar al sumun de las virtudes de los rivales que ha encarado en esta Copa Oro. El haber enfrentado catálogos tan diversos en su proceso para llegar a la Final, podría verse como un proceso de adiestramiento disciplinario para enfrentar a Panamá.

Ciertamente, el cuerpo técnico del Tri ha sido eficiente en el desglose de los adversarios, y para su fortuna, la ratificación de Erick Sánchez como un mediocampista más cercano a ser antídoto y veneno para las facultades panameñas, por encima de la experiencia europea de Edson Álvarez. El Chiquito se agrandó ante la ausencia del examericanista.

Bajo estos escenarios, con la ventaja evidente de sumar tres años de trabajo con Christiansen, que le permiten transformar hasta la fórmula del H2O en agua mineral, con el seguimiento de ese trabajo que inició en julio de 2020.

Por lo pronto, México se debe sentir afortunado de medirse ante un equipo que privilegia el futbol respetando la esencia del mismo, que ir a los empujones y atropellamientos del equipo B de Estados Unidos.

Ojo: no será un duelo en el espejo, pero son dos equipos cómodos en atacar y en desplegar futbol, con sus rigores sin dudad, en saber defenderse.