PASADENA -- Con todo y la presencia de Gianni Infantino, presidente de FIFA, en el estadio Rose Bowl, el grito catalogado como homofóbico por el máximo organismo del futbol en el mundo, volvió a aparecer.
A pesar de las constantes propagandas y mensajes que se han dado durante la Copa Oro para que se evite el grito, a la afición mexicana le importó poco y gritó tan fuerte como pudo, como es habitual en cualquier juego del Tri.
Infantino fue uno de los invitados para seguir de cerca el partido entre México y Jamaica en Pasadena, y estuvo en uno de los palcos de honor, desde donde escuchó en numerosas ocasiones el grito de la afición cada vez que el portero de Jamaica despejó, ya sea después de un saque de meta o de un tiro libre directo.
Desde 2014, las multas que FIFA ha impuesto a la Federación Mexicana de Futbol han sido constantes debido al grito que continuamente se presenta en los estadios en los que se presenta el Tri.
El único caso en el que se controló casi en su mayoría, fue en la pasada Copa Confederaciones de Rusia, luego de que existiera la advertencia de que a quien se detectara gritando, podría ser expulsado del estadio e incluso, igualmente causaría una multa a la Federación Mexicana de Futbol.