Independiente del Valle llegó a Quito después de conquistar la CONMEBOL Sudamericana. El equipo ecuatoriano arribó al aeropuerto Mariscal Sucre al mediodía, donde fue recibido por un arco de agua, gesto para celebrar el éxito en la aviación.
En la terminal, cientos de hinchas llegaron para ver de cerca a los futbolistas y también al trofeo, que por segunda ocasión lo traen los rayados. El lugar se convirtió en una tribuna, con cánticos para festejar un nuevo título.
Después de pasar por esa multitud, la delegación negriazul abordó un bus de dos pisos para compartir su alegría con la gente en las calles.
La caravana de celebración viajó por la avenida que conecta el aeropuerto con el Valle. En ese trayecto, los autos se sumaron a la algarabía, al igual que la gente que apareció desde las veredas.
El destino final fue el estadio Banco de Guayaquil, para juntarse con los hinchas y celebrar.
Uno de los más animados fue Junior Sornoza, que casi no se despegó del trofeo. Estuvo al frente del bus y abrazaba la copa a cada momento.
El cansancio del partido y el viaje era lo de menos. Querían juntarse con los suyos para festejar un nuevo éxito.