El entrenador rojiamarillo lanzó una frase contundente ante los sorpresivos cambios o ausencias que han golpeado al bicampeón nacional
En el Club Sport Herediano no hay espacio para pretextos. La historia, la afición y la dirigencia lo dejan claro: acá no basta con competir, hay que ganar.
Y si hay alguien que lo tiene tatuado en la piel es Pablo Salazar, un hombre de la casa, ahora al frente de un banquillo que exige resultados inmediatos y que no perdona arranques tibios como el de este Torneo de Apertura.
El Team no ha anotado en dos partidos oficiales —perdió la Recopa contra Alajuelense y empató sin goles ante Guadalupe—, y el margen de error es nulo.
Ahora, Herediano tiene que cambiar el chip. Este miércoles (8:06 p. m., Estadio Nacional), debuta en la Copa Centroamericana frente al Real España de Jeaustin Campos, en un duelo cargado de morbo y expectativa.
“Gracias a Dios que nos permite vivir estas experiencias con el club que amamos. Nos enfrentamos a un gran técnico nacional, al que conocemos bien. Eso nos motiva aún más”, dice Salazar, sin esconder el respeto que siente por su excompañero y rival de turno.
La receta del técnico florense no cambia según el torneo. No importa si es el campeonato local o la vitrina internacional, para Salazar la única fórmula es la intensidad.
“Mi política es clara: quien no corre, no juega”, sentencia.
Los jugadores heredianos vienen de una pretemporada exigente y, según el estratega, están listos para asumir este nuevo reto. Aún sin victorias, el técnico ve señales positivas y asegura que el equipo ha ido ajustando lo necesario.
“Estamos tranquilos con el funcionamiento. Claro, queremos ganar, y lo vamos a buscar con todo en este debut internacional”, agregó.
El Herediano lo ha ganado casi todo a nivel local en la última década, pero hace siete años no levanta un trofeo regional. La última vez fue en 2018, cuando se dejó la Liga Concacaf con el mismo Salazar como jugador.
Hoy, desde el área técnica, el objetivo está claro: la Copa Centroamericana no es un antojo, es una meta colectiva.
“Los mismos jugadores lo hablaron. Hay una motivación especial por lo que representa este torneo para el club. Todos queremos ganarla”, enfatizó.
El inicio sin goles preocupa, pero no los frena. Para Salazar, la falta de contundencia se reconoce y se trabaja.
“Aceptamos que nos ha faltado ser más eficaces. Lo manejamos con humildad, todos juntos podemos conseguir los objetivos”, dice con firmeza.
El Real España, viejo conocido del fútbol tico, llega con oficio y poderío físico. Salazar no se hace el desentendido y apunta a lo que deben cuidar.
“Son fuertes por arriba. No podemos relajarnos en las pelotas quietas. Esos detalles marcan partidos en este tipo de torneos”.
Con la presión de una afición exigente, la sombra de un arranque flojo y un rival complicado al frente, Pablo Salazar lo tiene claro: esto es Herediano, y aquí no se puede fallar.
