Luego de un año de estar militando en el fútbol internacional, el jugador costarricense del Comunicaciones FC de Guatemala, Allan Miranda, recuenta cómo ha sido todo este tiempo después de experimentar algunos lamentables episodios cuando vestía la camiseta de Alajuelense.
En entrevista con ESPN, el zaguero tico de 32 años expresó lo mucho que le sirvió partir de Costa Rica al fútbol de Malta, país en donde se puso los colores del Gudja United y aprendió de ese paradisiaco destino, lo cual catalogó como un periodo de saneamiento que tanto necesitaba para desahogarse.
“El paso por Malta me ayudó a sanar muchas cosas. Ahí todo es muy diferente porque la gente apoya muchísimo, aún si se va perdiendo. Uno sale del estadio y nadie vuelve a ver de mala forma, sino que alientan y felicitan a los jugadores por el esfuerzo. Uno puede ir a comer tranquilo que nadie llegará a insultarte. Es una cultura muy sana”, expresó Miranda.
“Estaba muy feliz en Alajuelense. Recibí mucho apoyo de los compañeros y de la directiva, pero a otro sector no les gustó que yo llegara de Herediano. Hacían perfiles falsos donde me amenazaban. Llegué a un momento que no quería que ni mi familia fuera al estadio por los insultos. Tampoco ni al súper mercado. Era preocupante, entonces para evitar eso mejor me quedaba en el carro o mandaba a traer las cosas”, agregó.
Además, su paso por el balompié maltés fue vital para nutrir su aprendizaje como jugador y maximizar su rendimiento. Miranda apuntó que en esa liga hay jugadores de diversas nacionalidades y es una buena vitrina para dar el salto a campeonatos europeos con más peso.
“El futbol maltés me sirvió muchísimo. De hecho, llegué pensando que era fácil, pero me topé con buenos jugadores de diferentes nacionalidades. Hay africanos, ingleses, españoles e italianos que han jugado en segundas divisiones, llegan ahí y encuentran una forma de vida. La gente lo menosprecia, pero es un buen futbol y ayuda a crecer. Ojalá se abra la ventana para que más ticos lleguen”, opinó.
“Fue fácil adaptarme. El lenguaje no se me dificultó porque muchos hablan en inglés y yo hablo un poco italiano. También se me hizo divertido porque no tenía que viajar tanto para ir a un partido. La isla se puede recorrer en dos horas en línea recta, es muy bonita y los partidos solo se juegan en tres estadios. Se entrenaba en la tarde porque algunos jugadores trabajaban y por el calor del día. Fue una gran experiencia, me fue bien, dejé buenas sensaciones y la puerta abierta para volver”, añadió.
Ahora en su nuevo paso con el Comunicaciones FC, Miranda ha comentado que “quiero ser campeón, hace falta volver a celebrar, eso no se cambia por nada. Este equipo creyó en mí y busco quedarme un buen rato. El fútbol de aquí ha evolucionado bastante y el crecimiento es bastante alto”.
Tener a tres compatriotas dentro su nuevo equipo --Michael Umaña, Jostin Daly y Andrés Lezcano-- es otro aspecto por lo que Miranda se siente contento al haber estampado su firma con los cremas. Aunado a eso, ya conocía a la mayoría de futbolistas porque fueron compañeros en Antigua FC.
“La mayoría de personas que estaban en Antigua conmigo ahora están acá. A Michael lo conozco muy bien por el paso en la Selección Nacional, tenemos una buena relación e incluso estando en Europa siempre hablábamos, vive cerca de la casa, es un ídolo y ejemplo en Costa Rica. Con Andrés me llevo bien, y Jostin vive en el mismo edificio que yo. Además, estuvimos en Herediano y fuimos vecinos en Desamparados (San José)”, contó.
Con respecto a la propagación del COVID-19 (coronavirus) en Guatemala, indicó que “estar lejos de la familia, sin poder salir por las fronteras cerradas y con mis hijos en Costa Rica, genera mucha preocupación. En este momento desearía tenerlos cerca, es muy difícil porque no se sabe qué va a pasar. Esta enfermedad lo hace dudar bastante a uno, por eso prefiero no ver las noticias”.
Miranda finalizó la entrevista comentando cuál ha sido una de las claves para tener tanto éxito en los equipos que estuvo (Pérez Zeledón, Antigua FC, Herediano y ahora Comunicaciones), por eso en esta nueva etapa se trazó como meta esforzarse al máximo para dejar una mejor sensación.
“En todos los equipos que he estado dejé buenas sensaciones, nunca tuve problemas con los equipos y eso me ha ayudado. Mucha gente con los que estuve me quieren de vuelta, creo que mi actitud me ayuda, por eso dejé buenos amigos. Eso me ayudó a volver a Guatemala porque el presidente y entrenador me conocían. No es lo mismo tener un jugador regular, pero que dañe un camerino, a otro que sea regular y siempre apoye. Quiero dejar un buen ejemplo”, concluyó.