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García Plaza se despide del Mallorca y le desea suerte al nuevo técnico, que podría ser Javier Aguirre

El ahora ex entrenador se enteró de su despido por los medios de comunicación antes que el club se lo notificara.

Luis García Plaza se despidió este miércoles del banquillo del Mallorca y el estratega ibérico le deseo suerte a su sucesor, quien de acuerdo a la prensa española sería el mexicano Javier Aguirre.

García Plaza no habló directamente del 'Vasco' Aguirre, quien sería la primera opción de la directiva del Mallorca para tomar las riendas de la plantilla, pero indicó que el nuevo entrenador encontrará un grupo fuerte que tiene la capacidad para salvarse del descenso.

"Yo me veía con fuerzas, la ilusión nunca la perdí. Cada día daba lo máximo y sé que este vestuario lo va a sacar. Deseo que la fortuna le sonría al que venga y desde ya le brindo toda la ayuda que le pueda dar. Encontrará a un equipo más vivo que nunca y capacitado de sobra para lograr la permanencia", explicó.

En una emotiva rueda de prensa celebrada este miércoles en el estadio Son Moix, García Plaza se despidió acompañado por el CEO de Negocios, Alfonso Díaz, el director de Fútbol, Pablo Ortells, jugadores del primer equipo, su cuerpo técnico, amigos y una treintena de aficionados que le esperaron a la salida para vitorearle y aplaudirle por todo su trabajo.

El técnico madrileño estuvo a punto de llorar en varias ocasiones mientras confesaba lo que sentía en esos momentos "muy duros", dijo, en su adiós de la entidad.

Tras escuchar las palabras de agradecimientos de "todo corazón" de Díaz y Ortells por su trayectoria en el banquillo y de desearle "lo mejor en el futuro", García Plaza fue explicando, paso a paso, como se gestó su destitución.

"Me enteré (del despido) por la tarde a través de los medios de comunicación, el club no me había dicho nada. Todo el mundo me llamaba y fueron momentos muy duros por la incertidumbre, lo tengo que reconocer. Aquí he sido muy feliz, he trabajado muy a gusto cumpliendo los objetivos que nos marcaban. Me siento capacitado para sacar esto adelante pero ahora tengo que valorar lo que hemos hecho con el ascenso, la Copa del Rey. Estamos a un punto, a un empate de la permanencia y sé que los jugadores lo van a conseguir", subrayó.

"No tengo que entender mi cese, solo aceptarlo", respondió García Plaza a la pregunta de si le había sorprendido su destitución 28 jornadas después y en la primera ocasión en que el equipo cae a la zona de descenso.

"Yo me veía con fuerzas, la ilusión nunca la perdí. Cada día daba lo máximo y sé que este vestuario lo va a sacar. Deseo que la fortuna le sonría al que venga (probablemente el mexicano Javier Aguirre) y desde ya le brindo toda la ayuda que le pueda dar. Encontrará a un equipo más vivo que nunca y capacitado de sobra para lograr la permanencia", explicó.

García Plaza dedicó varios minutos a agradecer "todo el apoyo" de la gente que estuvo con él y negó que tras la última derrota ante el Espanyol se hubiera producido una "trifulca" en el vestuario: "Eso es mentira", zanjó.

"Desde el Leganés nunca me había sentido tan identificado con un club. Aquí fui feliz, me quedaré un tiempo con mi familia. He trabajado en cuatro países y sentía que este era mi sitio. Ahora soy un entrenador en el paro, no tengo nada, pero ya saldrá algo".

Con respecto a los factores que influyeron en la decisión del club de rescindirle su contrato que expiraba en junio de 2023, admitió que la racha de seis derrotas seguidas había influido.

"En esos partidos cometimos errores importantes, no hemos estado acertados, aunque salvo ante la Real Sociedad y el Madrid hasta el primer gol, no hemos sido inferiores. Pero el fútbol se decide en las áreas, no hay que darle más vueltas. Lo importante es que el equipo está en la lucha (por la permanencia) y llega vivo a las últimas jornadas", remarcó.

García Plaza dirigió al conjunto bermellón en 78 partidos en Segunda, Primera y Copa del Rey, desde que firmó su contrato de tres años en agosto de 2020 en sustitución de Vicente Moreno, técnico del Espanyol, el último rival al que se enfrentó el madrileño (el Mallorca perdió 1-0 enlazando la sexta derrota consecutiva) antes de ser despedido.

El balance fue de 24 derrotas, 19 empates y 35 triunfos. El ya ex entrenador mallorquinista será recordado en la Isla por los 82 puntos que sumó su equipo al conquistar un ascenso brillante a LaLiga la temporada pasada, todo un récord en la historia del club.

Y también por llevar al Mallorca a los cuartos de final de la pasada Copa del Rey por primera vez en los últimos diez años (le eliminó el Rayo Vallecano).

El proyecto de García Plaza en la máxima categoría del fútbol español logró eludir los puestos de descenso durante 28 jornadas, pero ya en la segunda vuelta las derrotas seguidas ante Betis, Valencia, Real Sociedad, Celta, Real Madrid y Espanyol fueron una losa que aceleró su despido.

La entidad balear tomó la decisión de rescindir el contrato del ya ex técnico bermellón tras la victoria del Cádiz frente al Villarreal, que metió a los mallorquinistas en el pozo de la clasificación a falta de nueve jornadas.

García Plaza fue el sexto entrenador contratado por los accionistas estadounidenses encabezados por Robert Sarver, dueño también de los Phoenix Suns de la NBA, desde que se hicieron con la propiedad del club en 2016.

Desde entonces se han sentado en el banquillo José Gálvez, Fernando Gálvez, Javier Olaizola, Sergi Barjuán y Vicente Moreno. El principal candidato para convertirse en el séptimo técnico de la propiedad americana es Javier Aguirre.