Mientras el internacional estadounidense Brenden Aaronson convirtió el sorpresivo gol de la victoria para el Red Bull Salzburgo en un amistoso contra el Barcelona disputado en Austria el 4 de agosto del año pasado, la actividad de Joan Laporta en su teléfono alertó al resto de los miembros de la comitiva barcelonista. Menos de 24 horas después, la razón de las frenéticas llamadas del presidente quedó clara cuando el club catalán hizo el anuncio que sacudió al mundo del fútbol: Lionel Messi dejaba el equipo.
Messi, que tenía 34 años en aquél entonces, pasó 20 años en el FC Barcelona luego de haber llegado proveniente de Argentina siendo un adolescente. Durante esas dos décadas, se convirtió en el dueño del récord de partidos disputados con la camiseta blaugrana y su máximo goleador histórico, con 672 tantos en 778 encuentros. Ganó cuatro trofeos de Champions League y 11 títulos de LaLiga. Fue galardonado como el mejor futbolista del mundo en seis ocasiones (sumando una séptima después de su partida). El Barça sin Messi era una idea impensable. Messi, vistiendo la camiseta de cualquier otro club, era inimaginable. Todo ello era cierto para sus compañeros de equipo.
El mediocampista Frenkie de Jong no creyó la noticia una vez enterado. Buscaba a su familia en el aeropuerto al momento de recibir un mensaje de texto informándole de la partida de Messi. El delantero Sergio Agüero acababa de fichar por el Barça, en parte motivado por la idea de jugar con su viejo amigo Messi. El "Kun" estaba acompañado por el streamer de Twitch español Ibai Llanos cuando conoció la noticia. Al igual que De Jong, se negaba a creerlo. Al inicio, Agüero creía que el sitio web oficial del Barça había sido hackeado. Agüero, todavía en estado de negación, después creyó que podía tratarse de una táctica para convencer a LaLiga para permitir la inscripción de Messi por parte del Barça, considerando su importancia dentro del fútbol español.
No era ninguna de esas dos cosas. El Barça, después de varios años de gastos excesivos y las consecuencias financieras de la pandemia del coronavirus, simplemente no podía permitirse extender una nueva oferta contractual a Messi.
En el año que ha transcurrido desde su salida, Messi sigue dejando huella tanto en su club anterior en España como en el actual en Francia, mientras que su futuro luego de la temporada 2022-23 se rodea de incertidumbre. Su contrato con el Paris Saint-Germain se vence el 30 de junio, 2023, aunque existe la opción de extenderlo por una temporada más. Antes de llegar a ese punto, los cronistas de ESPN Sam Marsden y Julien Laurens explican come fue que terminamos en esta situación vigente.
Además colaboraron Moises Llorens y Eduardo Fernández-Abascal desde España en este reportaje.
"Las señales de alerta estuvieron presentes en Salzburgo", afirmó el ejecutivo de un club a ESPN. "Fue allí donde se hizo evidente que la situación era complicada.
"A medida que pasaban las horas, todo se fue torciendo hasta el momento cuando el vicepresidente Rafa Yuste y Laporta mantuvieron una serie de llamadas telefónicas con Jorge, padre y agente de Messi. Esas conversaciones fueron intensas, el tono de estas no le cayó bien a nadie. Cuando la comitiva regresó a Barcelona proveniente de Salzburgo, todo había terminado. Cerca de las 6 p.m. del 5 de agosto el Barcelona publicó un comunicado cerrando el capítulo del jugador más grande de la historia del Barça".
La repentina marcha de Messi se hizo mucho más notable, considerando que ya tenía un principio de acuerdo con el Barça para firmar un nuevo contrato, que contemplaba un recorte salarial del 50% con la intención de ayudar económicamente al equipo (su contrato anterior expiró el 30 de junio). El 5 de agosto, Jorge volaba hacia Barcelona desde Argentina para cerrar el acuerdo.
"Jorge sostuvo una reunión a primeras horas de la tarde con Laporta y un notario de Barcelona para revisar el contrato por dos años y firmar el documento", explicó a ESPN una fuente involucrada en las negociaciones. "Las discusiones duraron mucho tiempo, pero todo parecía que iba bien luego de la elección de Laporta en marzo. Sin embargo, cuando Jorge llegó, éste recibió una llamada de Laporta que le dijo: ‘Jorge, no vayas a la notaría. La situación del club no es la mejor y no vamos a poder firmar el acuerdo. Lo siento mucho’. Después, Jorge llamó a su hijo para darle la noticia".
Hasta un año después de lo sucedido, Existen versiones discrepantes con respecto al momento preciso en el que Laporta entendió que no sería posible renovar a Messi. Todos los consultados por ESPN concuerdan en que Messi y sus compañeros quedaron sorprendidos por los acontecimientos; sin embargo, existen diferentes cronogramas de fuentes distintas vinculadas con Laporta.
La versión oficial es que el presidente culé hizo todo lo posible hasta el último minuto, pero que la única salida habría sido aceptar el convenio entre LaLiga y la firma de inversión CVC, que habría cedido más del 10% de los derechos televisivos del Barça en España. Laporta siempre estuvo reacio a firmar dicho pacto. Por su parte, otras fuentes sugieren que Laporta y su círculo más cercano se habían dado cuenta mucho antes de la dificultad financiera de renovar el contrato de Messi.
La ironía de la salida de Messi es que el jugador deseaba seguir en el Barcelona, lo que difería de la situación del año anterior cuando pidió su salida al régimen del expresidente Josep María Bartomeu. Llegó a conversar con Pep Guardiola sobre la posibilidad de fichar por el Manchester City.
Un año después, específicamente el 8 de agosto (tres días después de la publicación del comunicado del Barça), Messi lloró inconsolable mientras decía adiós al club con la presencia de sus ahora ex compañeros De Jong y Agüero. El 10 de agosto, Messi fichó por el club francés Paris Saint-Germain.
"Messi estaba seguro de que se quedaría", expresa una fuente del vestuario a ESPN. "Había conversado con varias personas sobre su regreso al trabajo después de firmar el contrato. Eso nunca pasó. El presidente no cumplió con su palabra. Prometió que Messi podría firmar, pero todo se cayó".
"El verano anterior, con el tema del burofax [que envió con la petición de salir del club], Messi estaba convencido de que quería irse. Estaba decidido. Se quedó cuando quiso irse y se fue cuando quiso quedarse". -- Sam Marsden
Por qué Messi se fue del Barça
Messi quería dejar el Barça en 2020, motivado por lo que el jugador calificó como "mentiras" dichas por Bartomeu, aparte del fracaso de sus intentos de armar un plantel capaz de ganar trofeos. El Barça venía de perder 8-2 ante el Bayern Munich en Champions. Messi dejó el club al año siguiente debido a una deuda que sobrepasaba los €1.000 millones, acumulada por la misma Junta Directiva que rechazó su petición de salida 12 meses antes.
Esa fue la situación heredada por Laporta. El Barça gastaba en exceso, incluso antes de vender a Neymar en 2017 por la cifra récord para un traspaso de €222 millones. Cuando llegó la pandemia y con ella la caída de ingresos, los gastos que incluían el contrato de Messi por cuatro años y €550 millones, rápidamente se hicieron impagables. La precaria situación financiera del club, junto con la presión de Messi para salir y una campaña sin trofeos, inspiró a los hinchas a iniciar un movimiento que llevó a la destitución de Bartomeu a finales de 2020.
Y así llegó Laporta, cuyo carisma y gusto por el espectáculo no le ayudaron a conseguir una solución rápida a la crisis económica. El Barça necesitó de un préstamo de la banca de inversión Goldman Sachs sólo para cumplir con la nómina el verano pasado y sumó pérdidas por €487 millones en 2020-21. En junio pasado, Laporta describió la situación del club como "en vida vegetativa", aunque vaticinó que pronto entraría y saldría de la unidad de cuidados intensivos. Desde entonces, Laporta fichó a Robert Lewandowski, Raphinha y Jules Kounde por un total superior a €150 millones en el actual mercado de fichajes, luego de vender el 25% de los derechos televisivos del club en España y otro 25% de la productora interna Barça Studios, todo por una cifra cercana a €700 millones.
Varias fuentes indican que, simplemente, el verano pasado no hubo tiempo suficiente para llevar a cabo operaciones de tal magnitud para retener a Messi. No sólo se debía negociar la venta de un porcentaje de los derechos de televisión y Barça Studios, también se requería la aprobación de los socios del club, lo que ocurrió en junio de este año.
Otras fuentes explican que Laporta no esperaba que las normativas financieras de LaLiga fueran tan estrictas. Messi no se fue porque el Barça estuviera endeudado; sino porque esas deudas contribuyeron a reducir el límite de gastos. Su límite impuesto por LaLiga se redujo de casi €600 millones a menos de €100 millones a inicios de la pasada temporada. En consecuencia, el Barça tuvo que dar un golpe contundente a su masa salarial y sólo se le permitió gastar el 25% de lo que había ahorrado. Incluso con una reducción salarial del 50%, era imposible inscribir el contrato de Messi ante LaLiga.
Había una salida. LaLiga le daría al Barça espacio dentro de su tope salarial si aceptaba el acuerdo con CVC, que le habría dado al Barça más de €200 millones a cambio del 10% de sus derechos de televisión por los próximos 50 años. Laporta dijo que eso habría hipotecado el futuro del club. Barça, Real Madrid y Athletic Bilbao se negaron, pero los otros 17 clubes que juegan en LaLiga firmaron el convenio.
Varias fuentes insisten en que la desolación sentida por Messi tras su salida del Barça era sincera; sin embargo, otros se preguntan por qué no hizo más para quedarse. El jugador dijo que hizo todo lo que pudo, aceptando el recorte salarial propuesto por el club, pero ¿habría ido más allá? Quizás un poco, pero el algoritmo de los sistemas de LaLiga no le permitirían jugar gratis.
"El salario puede reducirse; sin embargo, debido a las reglas de control financiero, cada jugador tiene un margen de reducción que depende de distintas variables; tales como la edad, su experiencia y títulos conseguidos", expresó un vocero de LaLiga a ESPN. "Entonces, no puedes jugar gratis ni con un salario ‘menor’ al que le correspondería a dicho jugador en un mercado normal. Eso tiene la intención, esencialmente, de evitar fraudes y asegurarse de que se paguen los salarios a través de los canales fiscales correctos, en vez de utilizar dinero 'intangible'". -- Sam Marsden
Impacto en el Barcelona
Messi era un adolescente tímido y de pelo suelto cuando irrumpió dentro del plantel del Barcelona. Logró crecer hasta convertirse en líder del vestuario. No siempre fue el más explícito, pero los jugadores sentían su presencia y a su alrededor había un aura que sólo tienen los mejores deportistas.
"Fue un fuerte golpe para todos", afirmó a ESPN una fuente vinculada al cuerpo técnico culé sobre los primeros días posteriores a la salida de Messi. "La primera sesión de entrenamientos sin él fue como un funeral. Similar al día después de conocerse que Guardiola no seguiría como director técnico [en 2012]. Abundó el silencio, nada de bromas. La gente no creía lo que estaba pasando".
Sin embargo, algunas fuentes también comentaron cómo frecuentemente los entrenamientos iban al ritmo de Messi. Sin su presencia, fue un poco como empezar de nuevo.
"Las cosas mejoraron a medida que pasaban los días y la sensación era que la atmósfera de años recientes se relajaba un poco", prosiguió el entrenador. "Comenzamos a ver jugadores que hablaban poco con Messi presente dando un paso adelante, y el equipo se convirtió en un grupo. Las sesiones de entrenamiento variaban dependiendo de la presencia o no de Messi. El equipo se soltó y los entrenadores entendieron que podían hacer cosas distintas y apretar en algunos aspectos".
"Messi era el termómetro de todo. Si estaba contento, todo fluía. Si estaba triste, pocos se atrevían a decir algo. No por miedo o algo así, sino por respeto a una persona considerada como líder del equipo".
Hubo destellos de esa sensación cuando Piqué dijo "nos vamos a divertir mucho este año" luego de la victoria sobre la Real Sociedad en la primera fecha del torneo de liga. Esa frase no logró sostenerse, y después de 10 encuentros el Barça despidió al técnico Ronald Koeman, con su plantilla ocupando el noveno puesto de la tabla de posiciones.
Así llegó Xavi al banquillo, y el ex volante llevó al Barça al segundo lugar. Sin embargo, la temporada terminó sin trofeos y ninguno de sus atacantes estuvo cerca de llenar el vacío dejado por Messi, y mucho menos de igualar sus estadísticas. Las noticias positivas fueron la incursión de los jóvenes volantes Pedri y Gavi; sin embargo, el Barça era apenas la sombra del equipo al que Messi condujo a alcanzar tantos éxitos.
Las tribunas se vaciaban cada vez más. La campaña terminó con una asistencia promedio de 53.982 al Camp Nou en encuentros de LaLiga. No obstante, hubo otros elementos que influyeron en la poca presencia de los hinchas, tales como las restricciones impuestas durante los primeros partidos por la pandemia del COVID-19. Aun así, eso representó un descenso de más de 20,000 personas con respecto a la temporada 2018-19, el último torneo disputado en su totalidad antes de la pandemia. Los asistentes a los partidos también pasaron la página de Messi rápidamente, canalizando sus energías para apoyar a Xavi, la leyenda del club, tras haber sustituido a Koeman.
"En los partidos disputados inmediatamente después de su salida, el nombre de Messi fue coreado en el minuto 10 [el mismo número de su dorsal] en el Camp Nou, pero eso acabó rápidamente", expresa otra fuente vinculada al vestuario. "Fue extraño, considerando que Messi es el mejor jugador de la historia del club. La gente no pudo haberle olvidado tan rápidamente".
Fuera de la cancha, el Barça afirma a ESPN que es "difícil medir" el impacto de la salida de Messi con destino al PSG hasta tanto se publiquen las cifras oficiales de la temporada pasada. No obstante, tenemos ciertas pistas. El nuevo auspicio del Barça por parte de la plataforma musical Spotify (que incluye los derechos sobre el nombre del estadio, las camisetas y equipaciones de los equipos masculino y femenino) tiene prácticamente el mismo valor del convenio anterior firmado con Rakuten en 2017, cuando Messi, Luis Suárez y Neymar jugaban con el club. Sin embargo, el contrato con Rakuten sólo incluía la camiseta del plantel masculino.
El vicepresidente Eduard Romeu negó que la marcha de Messi haya causado un efecto importante en los ingresos por patrocinio; sin embargo, llegó a revelar que algunos de los auspiciadores del club se sentían descontentos por su salida. Romeu no mencionó nombres; no obstante, varias fuentes indicaron a ESPN que la queja provenía de uno de los patrocinantes más importantes del equipo. Las marcas que hacen negocios con el Barcelona confiaban en poder utilizar la imagen de Messi para vender sus productos en todo el mundo.
Romeu también admitió que el Barça debe hacer un mejor trabajo a la hora de comercializar otros jugadores en la era post-Messi. El ejecutivo indicó que el 50% de todas las camisetas vendidas anteriormente tenían dorsales de jugadores. De ese 50%, el 80% llevaba el dorsal de Messi.
Esa es una de las razones tras las acrobacias fiscales hechas por el Barça este verano. Varias fuentes indican que no sólo esperan que Lewandowski llene el vacío goleador dejado por Messi; también esperan que el artillero polaco les ayude a vender camisetas y patrocinios. Los fichajes de Raphinha y Koundé son más estratégicos. De todos modos, el Barça cree que ambos jugadores también son valiosos a largo plazo en lo que a mercadeo se refiere. Los éxitos inmediatos sobre la cancha acelerarían ese proceso. -- Sam Marsden
Su impacto en el Paris Saint-Germain
"Sabemos que el club ha pasado al próximo nivel, pero no podemos cuantificar con certeza el impacto que Messi ha causado dentro del club. Habrá que esperar unos años más para entender su magnitud".
Así resume una fuente vinculada al PSG la era de Messi en Paris hasta ahora. Siempre es así: realmente te das cuenta de su peso cuando estos jugadores (las súper superestrellas) se van. Dicho lo anterior, la diferencia fue obvia el mismo día que Messi arribó a la capital francesa. Parecía un tsunami. Por largo tiempo, quizás para siempre, será el traspaso más importante de la historia del fútbol francés. Lo estremeció todo. Lo cambió todo.
La primera gran consecuencia se sintió a nivel económico. Mientras el presidente del PSG Nasser Al-Khelaifi, el exdirector deportivo Leonardo y el gerente general Jean-Claude Blanc finalizaban los detalles del contrato, las grandes marcas de todo el mundo llamaban al departamento de mercadeo del club para trabajar con el equipo de la Ligue 1 y asociar sus marcas con el nuevo equipo de Messi. Hacían fila. Para enero de 2022, sólo cinco meses después del arribo de Messi, el PSG tenía más patrocinantes nuevos (8) que goles de Messi (6). Christian Dior fue uno de los nuevos fichajes comerciales, contentos por contar con Messi, Kylian Mbappe y Neymar como embajadores. Adicionalmente, Nike y Coca-Cola renovaron su colaboración con el PSG, comprometiendo más dinero.
Por si sola, la presencia de Messi aumentó los ingresos del PSG entre 15% y 20% durante su primera campaña en París, de acuerdo con fuentes dentro del club, Rápidamente, el PSG se movió para organizar un viaje de pretemporada a Japón para este verano, por un valor de €10 millones. Los aficionados en Tokio y Osaka querían, sobre todo, ver a Messi. En cuanto a ventas de camisetas, un área que no aporta mucho dinero a los clubes en términos generales, el PSG batió todos sus récords previos, superando el millón de ventas, siendo Messi responsable de cerca del 40% de las ventas de camisetas. Y finalmente, en redes sociales, el fichaje de Messi fue mucho más notable. El PSG sumó 15 millones de seguidores adicionales luego de anunciarse el fichaje del argentino.
Sin embargo, la diferencia sobre la cancha no fue tan evidente. Messi tuvo dificultades en su proceso de adaptación a una nueva vida, una nueva ciudad, una nueva cultura y todos los cambios que llegaron con ellas. Sus tres hijos estaban descontentos. Su esposa Antonella extrañaba Barcelona. Hasta su mascota, el mastín francés Hulk, se sentía triste. Había mucho que asimilar, dese el alocado tráfico parisino hasta encontrar un nuevo colegio para los niños, una nueva casa y rutina. Y después, estaba el fútbol. Messi no tuvo la mejor pretemporada posible con el PSG debido a su participación en la Copa América y todo lo ocurrido con el Barcelona. No estaba listo al momento de reportarse, y trató de ponerse al día en lo que a nivel físico se refiere durante la mayor parte de la temporada. También contrajo COVID-19 en el invierno y se esforzó por deshacerse de él.
También está el tema del nuevo vestuario. Veía rostros familiares y amistades tales como Neymar, Leandro Paredes y Angel Di Maria; sin embargo, ya no era el jefe, como era el caso en el Barça. El idioma fue un problema y por eso se mantenía aferrado a Di María y Paredes. Adicionalmente, su relación con Mauricio Pochettino no era la mejor. No siempre coincidían y a Messi no le gustó cuando fue sustituido antes del final de un partido contra el Lyon. La mirada que le dirigió a su entrenador lo dijo todo.
Messi terminó la campaña con 11 goles y 15 asistencias en 34 apariciones entre todas las competiciones. También golpeó el travesaño 11 veces sólo en la Ligue 1, más que nadie en el fútbol europeo. Messi tuvo sus grandes momentos (goles contra Manchester City en el Parc des Princes, su hat trick de asistencias en la visita al St. Etienne); aunque también experimentó algunos partidos en el anonimato mientras el PSG ganó el título de la Ligue 1 y, por el contrario, se estrelló con su eliminación de la Champions en octavos de final a manos del Real Madrid.
Sin embargo, la idea de la segunda temporada de Messi en París despierta emociones. Varias fuentes vinculadas al club esperan que el astro argentino tenga una campaña mucho mejor, después de haberse adaptado. Se veía en mucha mejor forma física en el partido contra Nantes por el Trophée des Champions del domingo pasado. Anotó su primer gol de la temporada con una gran definición, ayudando al PSG a vencer 4-0 a pesar de la ausencia de Mbappé.
Varias fuentes explican que Messi se entiende bien con su nuevo director técnico Christophe Galtier, que sustituyó a Pochettino este verano, y encaja perfectamente dentro del nuevo sistema táctico 3-4-2-1. También está mucho más integrado dentro del vestuario, concentrado, relajado y motivado. Su familia ya está mucho más contenta en París y Lionel tiene la mirada puesta en una quinta Champions, que sería la primera del PSG. Quiere estar en su mejor nivel en el Mundial de Qatar de finales de año, jugando con Argentina. Está ansioso por iniciar su segunda temporada en Francia.
Y Hulk ya no se siente triste. -- Julien Laurens
¿Podría Messi volver al Barça el próximo verano?
A Messi le queda un año de contrato en París y existe cierta intriga con respecto a cuál sería su próximo paso. Y cuando todo parecía indicar que había pasado la página, el Barcelona se ha puesto en fila para ficharlo, a pesar de que Messi tendrá 36 años al momento del vencimiento de su contrato con el PSG.
A pesar de los fichajes de Ferran Torres y Pierre-Emerick Aubameyang en enero y las llegadas de Lewandowski y Raphinha durante el verano, Laporta se dedicó a defender el posible regreso de Messi durante la reciente gira del Barça por Estados Unidos. "Deseo que el capítulo de Messi aún no haya terminado en el Barça", expresó Laporta a ESPN en Las Vegas. "Creo que es nuestra responsabilidad conseguir que ese capítulo abierto, que aún no se ha cerrado, tenga un buen momento en el que se pueda hacer como se debía haber hecho y, además, tenga un final mucho más esplendoroso de como fue".
Laporta siempre le ha dejado la puerta abierta a Messi; sin embargo, su sugerencia siempre fue que volviera en un puesto distinto al de jugador. Esta vez, ha insinuado su posibilidad de regresar como futbolista activo. Xavi, que jugó durante muchos años con Messi, mantiene contacto con su antiguo compañero y está abierto a la idea. Dice que será "imposible" este verano, pero se niega a descartar el fichaje de Messi mediante un traspaso gratuito.
Cabe destacar que el entorno de Messi se mostró sorprendido por las recientes declaraciones de Laporta. Ambos tuvieron una buena relación que se agrió a consecuencia de la salida de Messi. Los comentarios hechos por Laporta en los meses posteriores a la partida de "La Pulga" tampoco ayudaron, al insinuar que pudo haber hecho más si realmente quería quedarse. Eso desató la ira del padre de Messi quien, de acuerdo con informaciones periodísticas, llamó a Laporta para pedirle que dejara de hablar de su hijo. Así lo hizo Laporta por unos meses. Pero ahora ha vuelto a hablar de Messi, aunque con un tono ligeramente distinto y que podría dejar a algunos hinchas con un conflicto mayor al que habrían tenido hace un año si se les propusiera la vuelta de Messi.
En ese sentido, el momento en el que Laporta decide emprender su ofensiva es inusual. Con Xavi en el banquillo y un plantel estelar armado este verano, junto con los emocionantes jóvenes que incursionan con el equipo como Pedri, Gavi y Ansu Fati, todo parece indicar que el Barça finalmente está pasando la página. ¿Cómo podría encajar un Messi de 36 años en este panorama?
Fuentes vinculadas a Messi no están dispuestos a contemplar la idea por el momento. El entorno del jugador insiste que, a estas instancias de su carrera, sólo piensa a corto plazo. Actualmente, el Mundial es un gran motivador para él, al igual que ganar la Champions con el PSG. Ya llegará la hora de decidir el próximo paso. París, Barcelona, Estados Unidos y más allá son sus opciones. -- Sam Marsden