Gerard Piqué siempre hizo las cosas a su manera. Así anunció, por sorpresa, su retirada inmediata antes de que su papel residual acabase de pasarle una factura que ya sufría en primera persona. El, siempre él, tomando las decisiones...
Cuando era un juvenil con grandes facultades pero incierto futuro en su Barça hizo la mochila y se marchó, solo, a Manchester para aprender el oficio de futbolista bajo el mando de un tal Alex Ferguson. Cuando vio imposible, a pesar de su empeño, pelear la titularidad con Rio Ferdinand y Nemanja Vidic se marchó al Zaragoza y pocos meses después de volver al United, en la primavera de 2008, comenzó a cavilar la posibilidad de regresar a casa, cuando Pep Guardiola le insinuó en primera persona su interés por contar con él.
Ahora, al cabo de 14 años y con 30 títulos en su palmarés, cuando dejó de ser imprescindible y empezaba a ser vilipendiado por un entorno cuya memoria es tan corta como injusta, Piqué ha decidido decir basta. Si durante el verano retó al club a fichar al mejor central del mercado "porque acabaré jugando yo", tres meses después de comenzar la temporada ha comprendido que su momento había pasado y firme desde hace años en abandonar "antes de que me retiren", ha tomado, en primera persona, su decisión más personal.
Campeón de todo lo imaginable, autor de goles que han quedado en los libros de oro de la historia del barcelonismo como aquel que cerró el legendario 2-6 en el Bernabéu, personaje monumental en el entorno azulgrana y especialmente odiado en Madrid, Piqué pasará a la historia como uno de los mejores futbolistas que jugó en el Barça, probablemenge el mejor central de todos los tiempos con 612 partidos oficiales a sus espaldas, solo por detrás de sus amigos y colegas Messi, Xavi, Busquets e Iniesta.
"El club comparte su decisión... Es un referente del barcelonismo y después de semanas de reflexiones ha sido él quien ha tomado la decisión" explicó a ESPN Deportes una fuente de la entidad azulgrana, que trasladó a "próximo días" la resolución contractual del futbolista, quien en último término renunciará a buena parte de lo que debería cobrar hasta junio de 2024.
Piqué ya sorprendió el miércoles por la noche a sus compañeros durante la cena que celebró toda la plantilla y cuerpo técnico deslizando esta decisión y en la tarde de este jueves, a su manera y a través de un vídeo publicado en sus redes sociales, anunció esta retirada inmediata.
Culers, us he de dir una cosa. pic.twitter.com/k3V919pm1T
— Gerard Piqué (@3gerardpique) November 3, 2022
"Este sábado será mi último partido en el Camp Nou. Pasaré a ser un culer más, animaré al equipo y transmitiré el amor por el Barça a mis hijos tal y como mi familia hizo conmigo" explica durante su intervención de apenas dos minutos. Desde muy pequeño Piqué no quería ser futbolista, "yo quería ser jugador del Barça" y ese orgullo, esa sensación mezclada con la de formar parte del mejor equipo jamás visto en el Camp Nou, jugando al lado de compañeros mayúsculos, es algo que se llevará consigo para siempre.
El vídeo, por cierto, acaba con unas imágenes y un mensaje nada casuales: Gerard, en el césped de un Camp Nou a oscuras y mirando al palco. "Ya me conocéis. Tarde o temprano volveré" sentencia el mejor central de la historia del club azulgrana en un guiño a su posible regreso como presidente, un hecho que él mismo, en primera persona, nunca negó en el pasado y que, llegado este punto, no iba a dejar pasar por alto.
Debutó con el primer equipo del Barça un 13 de agosto de 2008 frente al Wisla de Cracovia sustituyendo en la parte final del partido a Dani Alves. Y llamado a ser el tercer central por detrás de Puyol y Márquez acabó jugando 45 partidos en su primera temporada y empezó a escribir una historia indispensable.
El sábado, frente al Almería, jugará su último partido de azulgrana en el Camp Nou y cerrará una aventura merecedora del mejor y mayor aplauso. Se marcha Piqué... Pero volverá.