BARCELONA -- Barcelona y Real Madrid cerraron una era la última temporada.
Dos años después de la salida de Lionel Messi, y al cabo de seis meses de la retirada de Gerard Piqué, Sergio Busquets resolvió no renovar su contrato y marchando junto a Jordi Alba, el Barça dio carpetazo a una época.
Al otro lado, en el Real Madrid, se marchó en silencio Eden Hazard (uno de los fichajes más ruinosos de la historia moderna del club), no renovó Marco Asensio, y dejó el Bernabéu al cabo de 354 goles en 14 temporadas Karim Benzema.
Llegó la hora de nuevos líderes, de nuevos capitanes. Sergi Roberto y Nacho Fernández son los elegidos para llevar el brazalete.
Canteranos ambos y con trece temporadas a sus espaldas jugando en el primer equipo, su frecuente condición de suplentes provocará que habitualmente sean Marc-André ter Stegen y Luka Modric (segundos capitanes de cada plantilla) los que luzcan la banda en el brazo.
Ronald Araújo y Frenkie de Jong en el bando azulgrana y Dani Carvajal y Toni Kroos en el merengue completan la terna de capitanes.
Es un nuevo orden en que los jugadores con mayor peso en el vestuario obtengan, oficialmente, esa consideración de líderes ante la afición, sus propios compañeros y los rivales.
Aunque, a su vera, emergerán otros futbolistas llamados a, como se dice coloquialmente, tirar del carro. Novato pero veterano se espera esa consideración en Ilkay Gündogan tal como se presupone con Robert Lewandowski en el Barcelona; Thibaut Courtois, David Alaba y Vinícius Júnior (los dos primeros por veteranía y el tercero por trascendencia futbolística y mediática) deben ser vistos en la misma condición.