Trascendental triunfo del Barcelona que se niega a dejar la lucha por LaLiga guiado por un brillante Joao Félix
Barcelona vive. Vive, respira y se resiste a perder su condición de candidato a reeditar el título de LaLiga. Permanece a cuatro puntos de los líderes y salvó lo que se consideraba un examen sin vuelta atrás con buena nota. Sin echar las campanas al vuelo...
Recuperó sensaciones y sumó una victoria trascendental frente al Atlético de Madrid, liderado por el mejor Joao Félix que se ha visto de azulgrana, goleador y desequilibrante en una primera mitad durante la que, por fin, disfrutó la afición de Montjuïc.
Con menos de 35 mil aficionados en la grada, una entrada muy alejada de lo esperado, el equipo de Xavi, por una vez, salió al campo enchufado y no adormilado.
En cinco minutos ya había tenido tres buenas ocasiones de gol, la primera de Raphinha y las otras dos de Robert Lewandowski, que dejaron sin respuesta a un Atlético que más allá de un remate desviado de Álvaro Morata se las vio y las deseó para contener a Joao Félix y plantar cara a un Barça convencido de su plan futbolístico.
Acudía el equipo de Cholo Simeone con la posibilidad real de asestarle un golpe, quien sabe si definitivo, y se marchó, otra vez, de vacío, apesadumbrado, decepcionado y sin mostrar apenas su capacidad para derrotar al Barça.
Al mejor Barça de los dos últimos meses le enfrentó un Atlético muy disminuido futbolísticamente, sin asemejarse para nada a ese equipo que tanto ha dado que hablar desde que comenzó el curso.
Sólo en la recta final, con más desespero que idea, se fue arriba el equipo colchonero en busca de un empate que no se debería haber considerado justo... Y que evitó un Iñaki Peña excepcional en tres intervenciones de mérito con las que demostró que Marc André Ter Stegen tiene, más que un buen suplente... Un incipiente competidor.