El gol que hizo Messi al Getafe y que resultó una jugada idéntica al de Maradona a Inglaterra en México 86 cumple 17 años este jueves.
BARCELONA -- Lionel Messi, quien abandonó el Barcelona entre lágrimas el 5 de agosto de 2021, celebra este 18 de abril 17 años del gol a lo Maradona que le marcó al Getafe en el Camp Nou, en un partido de Copa inolvidable.
Aunque a la postre el triunfo no sirvió para nada, puesto que a la victoria del Barcelona de aquella noche por 5-2 al Getafe respondió en la vuelta de las semifinales el equipo madrileño con un impensable 4-0 que significó la eliminación del Barça que dirigía Frank Rijkaard.
A casi tres años de la salida de Messi, su sombra siempre permanece presente en el entorno del club y el que será tercer Clásico liguero en el Bernabéu sin su participación (una ausencia sin duda celebrada por los hinchas del Real Madrid), llegará al acabar una semana que no se olvida en los anales del futbol.
"Yo solo pensé en ir hacia adelante, en buscar la portería... Pero en ningún momento pensé en hacer la jugada de Maradona”, reconoció el propio Leo, que sin pensarlo, sin imaginarlo, calcó, bordó prácticamente, la jugada que Diego protagonizó en el Argentina-Inglaterra del Mundial de 1986.
Xavi, quien el domingo se sentará por tercera vez en el banquillo visitante del Santiago Bernabéu, le dio 'la asistencia' a la Pulga tal como Héctor Enrique le pasó el balón al Pelusa en México. Desde el centro del campo, en terreno propio, ambos, con 21 años de diferencia, comenzaron un slalom tan monumental como imposible. Y si el gol de uno permanece como el mejor de la historia de los Mundiales, el otro rivaliza por ser el mejor que anotó en su larga carrera de azulgrana.
Messi recibió el pase de Xavi a un metro de la divisoria del centro del campo y se disparó. Recortó a Nacho y dejo atrás consecutivamente a Paredes, otra vez Nacho, Alexis, Belenguer, Luis García y Cortés, para acabar marcando entre la euforia incontenida de un público que aquella noche apenas ocupó 54 mil asientos del Camp Nou.
Todo ello en 12 segundos mágicos que condujeron inmediatamente el pensamiento a Maradona y a su carrera de 14 segundos en que fue retratando uno tras otro a Hoddle, Reid, Sansom, Butcher, Feenwick y Shilton para marcar el mejor gol que se recuerda en un Mundial, un año y dos días antes de que naciera Messi.
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— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) April 18, 2024
🔙 #OTD Hace 17 años, Messi ya hacía cosas de Messi 🤭 pic.twitter.com/apyMQmVuuW
"Su gol ha sido una obra de arte. Tiene tanto talento que no se puede esconder pero Maradona ya acabó su carrera y Leo aún la está empezando, es muy joven y debe seguir con esta mentalidad", felicitó a Messi en el vestuario Frank Rijkaard, el técnico que le dio la alternativa y disfrutó de sus primeros años en el Barça.
"Ya le podemos comparar con Maradona. El gol es calcado y más rápido aún; al margen de los regates es increíble lo rápido que corre con el balón pegado al pie y la definición, levantándolo ligeramente para que el defensa no lo saque", explicó Luis Enrique, quien aquel día no podía ni imaginar que años después podría dirigirlo desde el banquillo.
Las reacciones de asombro se repitieron en España. Javier Aguirre, en aquel momento entrenador del Atlético de Madrid, aventuró que Messi "hará época en el fútbol mundial" advirtiendo, en cuanto a la comparación con Maradona que Diego "marcó en la plenitud de su carrera y este chico lo ha hecho con solo 19 años".
"Al llegar al vestuario después del entrenamiento vimos las imágenes y todos en el equipo empezamos a aplaudir... No se podía hacer otra cosa”, se sumó Fernando Torres mientras que Sergio Ramos, quien ya lo había sufrido un mes antes en el primer Clásico en que Leo anotó un hat-trick, no pudo por menos que elogiarlo abiertamente: "Hay que quitarse el sombrero. Nos ha hecho recordar aquel momento de Diego".
Aquella noche del 18 de abril de 2007, por si alguien lo dudaba, Messi se presentó como el sucesor de Ronaldinho en el Barça y como el futuro, casi inmediato, nuevo rey del futbol mundial. Tenía 19 años y aquel del Getafe fue su partido oficial número 62 con el Barça. La temporada la cerró anotando 17 goles, alejado aún de los números estratosféricos que comenzaría a acumular a partir de la llegada de Pep Guardiola, un año después, al banquillo azulgrana.
Aún no había comenzado la leyenda. Pero aquel gol estratosférico, maradoniano, entró, con mayúsculas, en la leyenda del futbol.