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Rodrigo De Paul le dio el triunfo al Atlético Madrid sobre Celta con un golazo sobre el final del encuentro

Atlético Madrid derrotó por 1-0 al Celta por la fecha 35 de LaLiga con un golazo de Rodrigo De Paul. El argentino anotó sobre el final del encuentro y el Colchonero le sacó 8 puntps de ventaja al quinto con nuevo por jugar y tiene un pie y medio en la próxima UEFA Champions League.

Una sola victoria del Athletic Club en las últimas seis jornadas ha sido una invitación para solucionar el objetivo de ir a Europa del equipo del Cholo Simeone y estos la tomaron, ganando cinco de sus últimos seis cotejos.

Este sábado, como ha hecho en 33 de sus últimos 37 compromisos en su estadio, doblegó al Celta. El visitante hizo un buen partido en el Metropolitano, mejor casi siempre que el Atlético, pero no le valió para sumar nada.

El Atlético sólo supero al principio y al final. De inicio, en un cuarto de hora prometedor. La tuvo Correa, después Lino y luego surgió Guaita. Su mano izquierdo salvó dos goles en un minuto. El primero a derechazo de Riquelme. El segundo, en otro de Lino. Los dos dentro del área. Dos paradas cruciales que marcaron, sin embargo, un antes y un después para el primer tiempo y más allá.

Simeone cambió sistemas y posiciones sin resultado. Riquelme pasó de la izquierda a la derecha sin más protagonismo. A Griezmann, tan esencial en el comienzo del campeonato, ni se le vio. Es la sombra de figura imponente de hace dos o tres meses. Correa insistió siempre, en desventaja de envergadura y posición en cada pugna con los centrales, más punzante cuando apareció en la transición en medio campo que en la punta de referencia. Lino encaró siempre a dos para volver atrás. Los pases largos de Koke era el recurso.

Lo había probado el técnico esta semana, esos envíos en largo a la espalda de la defensa celeste. Salió uno en el primer tiempo. El remate de Marcos Llorente no tanto, sencillamente a las manos del portero visitante; un espectador más desde aquel remate al cuarto de hora de Lino. Oblak vivió más inquieto, por más que siempre apareció Witsel para aplacar varias amenazas, como el centro al que asomó Strand Larsen al borde del descanso.

El Atlético se sentía incómodo, todo lo contrario que el Celta. Cuando apareció el intermedio, el panorama era más agradable para el bloque celeste, más y mejor en campo contrario, que para el equipo rojiblanco, reducido a sus dominios, a más de 50 metros de la meta contraria, expuesto al control de su adversario y sin capacidad para relanzarse arriba.

Es más, en el laberinto en el que estaba el Atlético, soporífero en la salida, previsible en el ataque, inmóvil para remover los espacios, el aplauso de la tarde fue para Jan Oblak. Por su parada. El contragolpe del Celta derivó en un balón al centro del área para el remate de Iago Aspas, solo, cómodo, con la derecha, al que respondió el portero esloveno con reflejos.

La única ocasión de todo el segundo tiempo, ya por el minuto 58. También la primera de verdad en todo el encuentro del Celta, mientras Griezmann empeoraba aún su primer tiempo, Morata había reemplazado en el descanso a Lino y apenas había tocado un par de balones más de quince minutos después y el Atlético era un equipo más que desdibujado.

Oblak pedía más a sus compañeros, antes de un tiro de Beltrán que provocó una nueva estirada suya. Otro aviso más para la apariencia fantasmal sobre el campo del Atlético, reaparecido con un derechazo alto de Griezmann, cambiado después por Memphis, de vuelta a la competición tras seis partidos de baja por otra lesión. Su primer intervención fue una pared y un remate. Minuto 75. El primero del Atlético entre palos del segundo tiempo.

Un remate acrobático de Pablo Barrios, despejado a duras penas entre Guaita y el larguero, animó más al equipo rojiblanco para el tramo final. Aún salvó el portero otro remate de Memphis, cuando, de repente, De Paul se inventó un golazo: controló con el pecho un despeje y sin dejarla caer conectó una volea espectacular a la escuadra. El golpe ganador.

Ficha técnica