Federico Valverde tuvo otra gran actuación jugando como lateral derecho en Real Madrid en el empate 1 a 1 con Osasuna en El Sadar este sábado por la fecha 25 de La Liga de España.
Además de anular los ataques rivales de su zona y siempre ser una opción de pase y seguridad al tener la pelota, el uruguayo brindó algunos destellos de se enorme calidad como al asistir al francés Kylian Mbappé en el 1 a 0, romper líneas en varias oportunidades con su potente andar y hasta despejar un centro de taco sobre el final del partido.
Si bien Valverde ha demostrado su versatilidad para ocupar diversas posiciones en el campo de juego y ya ha jugado en varias oportunidades como lateral (sin ir más lejos, el pasado martes ocupó esa posición en el triunfo ante Manchester City por la UEFA Champions League), no deja de sorprender la comodidad que parece tener el uruguayo al jugar en este puesto.
Incluso uno de los mejores jugadores de Osasuna en la temporada es su diestro puntero izquierdo Bryan Zaragoza, futbolista de mucho regate. Sin embargo, ya al minuto tres Valverde se barrió y cortó el avance de Zaragoza, quien luego no pudo volver a animarse a encarar al uruguayo.
Y no sólo eso, sino que Valverde comenzó a mostrar un dominio total sobre esa banda, tanto que al minuto 15 se pudo soltar para asistir de gran manera a Mbappé, recibiendo posteriormente las merecidas felicitaciones de Carlo Ancelotti.
Valverde tuvo varios cierres muy correctos sobre su sector y mostró su preocupación tras la expulsión de su compañero Jude Bellingham sobre el final de la primera parte.
En el inicio del complemento, Valverde pateó un tiro libre por afuera de la barrera que pasó cerca. Y a los trece minutos del complemento, Osasuna llegó al empate con el gol de penal de Ante Budimir, mientras Valverde continuaba ejerciendo un dominio en su zona a pesar del correr de los minutos.
En varias oportunidades fue quien trató de impulsar a su equipo con cabalgatas por carriles centrales o pases largos en busca de los delanteros. En el final del partido, hasta despejó de tacó un centro que llegó desde la izquierda.
Tras el pitazo final, le quedó la pelota al uruguayo y la pateó con todas sus fuerzas hacia arriba, exteriorizando la molestia por no poder conseguir el triunfo y confirmando su espíritu competitivo e incansable que le permite ser uno de los grandes motores del inmenso Real Madrid.
