El Barça tiene ambición, hambre, insistencia... Y sin echar las campanas al vuelo se sabe capaz de pelear por un triplete que sería, en su caso, poker de títulos.
BARCELONA -- El Barça enlazó el domingo en el Metrpolitano su séptimo triunfo liguero, igualando la racha con que comenzó el campeonato y dando un golpe de efecto indiscutible, respondiendo a la trabajada victoria del Real Madrid en Villarreal y encarando el último parón por selecciones confirmado en el liderato y, también, presentando credenciales de máximo aspirante.
Aspirante "del todo", máximo favorito "no todavía" se apresuraron a avisar fuentes del vestuario azulgrana a ESPN, admitendo que la remontada al Atlético sí fue "un golpe" que catapulta al equipo en un momento trascendental de la temporada, con siete de los once partidos restantes de LaLiga a jugar en casa y un calendario en teoría amable, más allá de la visita del Real Madrid en un Clásico, jornada 35, que podría, quién sabe, ser definitorio en la suerte del campeonato.
Ya campeón de la Supercopa de España, el cuadro azulgrana aspira, con humildad y sin lanzar las campanas al vuelo, a cerrar una temporada histórica con la conquista del triplete de títulos (Liga, Copa y Champions) que en su caso ya seria poker. ¿Utópico? No. ¿Difícil? Mucho. Muchísimo...
Al Barça le lidera ya sin disimulo ninguno un Lamine Yamal incorregible en su ambición desmedida, que no se sabe si contagia a sus compañeros o viene de serie en la propia plantilla, que tras celebrar efusivamente el 2-2 de Ferran Torres en el Metropolitano se lanzó en un asalto sin disimulo en busca de la victoria.
Al revés que en el partido de Montjuïc, donde buscando con desespero el triunfo Sorloth condenó al Barça a la derrota en tiempo añadido, la rabiosa e innegociable imagen del equipo de Flick el domingo desde que Lewandowski anotó el 2-1 en el minuto 72 invitó a confiar en ese milagro que consumó Lamine Yamal y redondeó Ferran.
Son varias las claves, a cual más importante, que explican este momento del líder de la Liga, en cuyo vestuario no hay ninguna voz discordante.
AMBICIÓN
Flick se apunta al famoso discurso histórico de Simeone, el 'partido a partido', pero no puede evitar sentirse "feliz" por un equipo que, proclamó en Madrid, "nunca se rinde". La sensatez del entrenador alemán contrasta con la pasión que desprende una plantilla principalmente joven y que aun cuidándose de proclamar nada, sí se cree preparada para todo.
La ambición de este Barça que puede explicarse a través de un casi perfecto año 2025 se avisa, sin embargo, viene de antes, de cuando los resultados no acompañaron en aquel terrible fin de 2024. "Sabíamos que estábamos haciendo las cosas bien" se relata desde el vestuario, sentenciando la importancia de mantener la confianza y aislarse de discursos fatalistas que asomaron alrededor del equipo.
HAMBRE
Puede entenderse como otra manera de llamar a la ambición, pero es evidentemente distinta. Ambición la tienen Lewandowski o Szczesny, Íñigo, De Jong o Raphinha... Hambre, además, la muestran Casadó y Balde, Lamine Yamal, Ferran o Gavi y Fermín.
Unos se saben en la recta final de sus carreras o dirigiéndose a sus últimos años, con más o menos títulos ganados a sus espaldas. Tienen una elogiosa ambición por hacer historia con el Barça para aumentar o rendondear su palmarés, pero los otros necesitan, quieren, ansían, entrar en ese olimpo.
Lamine Yamal, Balde, Gavi o Fermín, además de Pedri, tienen en sus vitrinas ya un título de Liga, pero la mayoría de ellos, desde que llegaron al primer equipo, han vivido una montaña rusa de sensaciones, desde la euforia a la depresión... Pero sin una suerte de continuidad en los buenos momentos.
Esa es el hambre que muestran y contagian por todo el vestuario y más allá de él. Un grupo de amigos dispuestos a dejarse la piel por hacer historia.
INSISTENCIA
La del entrenador por mantener el mismo sistema de juego contra viento y marea. Elogiada su arriesgada apuesta en la táctica del fuera de juego al comienzo de la temporada, cuando llegó la crisis de resultados apareció una sentencia condenatoria: "Al Barça le han pillado el truco".
Eso se leyó y escuchó en no pocos foros 'especializados' que mutaron sus alabanzas en críticas, cuando no burlas... Pero Flick mantuvo el pulso tan firme como indiscutible fue el convencimiento de su plantilla en seguir el dictamen del técnico.
Hubo, claro, arreglos y ajustes, pero por si algo ha destacado este Barça es por su apuesta indisimulada e insistente por atacar, con voracidad, y presionar con desenfreno. Y por mantener el riesgo en defensa. La insistencia tiene premio.
RÉCORD
"No nos fijamos" solventó Flick, avisado de haber igualado la racha, record, de siete victorias seguidas en LaLiga esta temporada. Pero el brillo y la sonrisa delatan que sin atender a fríos números el Barça vuela en el momento más oportuno de la temporada.
Son ocho jornadas sin perder, las últimas siete ganadas para igualar los números con que comenzó el campeonato. El Barça de Flick ha alcanzado el record que disfrutó durante un mismo curso el de Xavi en dos ocasiones durante la temporada 2022-23, cuando ganó la Liga... y está a una de atrapar las ocho victorias ligueras que enlazó el Barça de Ernesto Valverde en la temporada 2018-19.
TRIPLETE
En 2009 y 2015 lo consiguió el Barça bajo las órdenes de Guardiola primero y Luis Enrique después; en 2020 lo celebró Flick al frente del Bayern. Y en 2025 aspira a repetirlo Flick en el Barça... Tal como Luis Enrique, esta vez al mando del PSG, Ancelotti con el Real Madrid y Simone Inzaghi dirigiendo al Inter de Milán.
Las mismas voces que en agosto de 2024 recelaban sin disimulo, y con un punto de grosería, de Hansi Flick son las que hoy proclaman con una arrogancia entre ilógica y fuera de medida que este Barça tiene que ir a por el Triplete.
Tal como el vestuario se aisló de las críticas en su día, mientras el staff permanecía desconocedor de ellas (enorme el entrenador cuando preguntó ¿qué es eso del entorno), hoy se aleja de esos elogios regalados sin argumentos futbolísticos y proclamados solo a través de discursos tan viscerales como vacíos.
¿Quiere el Barça ganar el triplete? El Barça quiere ganar el domingo 30 de marzo al Girona, conocer la fecha impuesta para recibir al Osasuna (confía en el 21 de mayo), eliminar al Atlético en la semifinal de Copa el dos de abril y competir después la eliminatoria de cuartos de Champions ante el Borussia Dortmund.
"A principio de temporada ya dijimos que el objetivo era, y es, ganar todos los títulos porque somos el Barça. Lo intentaremos y lo daremos todo" reveló Lamine Yamal en las entrañas del Metropolitano. La ambición, ganas, fe y optimismo son innegociables entre la plantilla; la cautela del entrenador equilibra la balanza.
Pero el Barça, este Barça, va a todas.