MADRID -- La derrota por 4-1 ante el Manchester City pone más presión sobre el ataque del Real Madrid que recae directamente en la narrativa dominante en la capital española de estos días: hay que desbandar a la ‘BBC’ para traer a Kylian Mbappé.
Cristiano Ronaldo sigue de vacaciones mientras Karim Benzema y Gareth Bale no terminan de despegar. Estos dos últimos han sido titulares en los dos partidos que se han disputado hasta el momento en la International Champions Cup y no se han podido estrenar como goleadores.
Los números discretos ponen en evidencia la necesidad de fichar a un centro delantero de relevo de alto nivel -- algo que ya reconoció Zinedine Zidane hace unos días -- un papel que puede quedar demasiado grande al canterano Borja Mayoral, quien vuelve de pasar cedido una temporada en el VfL Wolfsburg.
Pero el Madrid suele fichar lo que quiere, no lo que necesita. Y lo que quiere en este momento es al jugador con mayor proyección como Mbappé, quien pretendido por media Europa, no está por la labor de dar un paso atrás en su carrera jugando el papel de revulsivo.
En esas circunstancias, la presión sobre los hombres en ataque va a ir en aumento, particularmente si no muestran mejoría el sábado, cuando el Real Madrid se mida al Barcelona.
Al Madrid le está costando un mundo ver portería. Solo han marcado dos tantos en los dos últimos partidos ante el City y el Manchester United.
Ante el conjunto de Pep Guardiola, Real Madrid acabó teniendo más el balón; pero sólo porque los ingleses, una vez asegurada la victoria, lo cedió.
Los merengues perdieron una cantidad escandalosa de balones, 127, crearon menos ocasiones, y registraron menos remates, ocho en total, una cantidad muy pobre para un equipo que suele navegar entre los 16 y los 20 remates por partido.