BARCELONA -- El Barcelona recibirá este sábado al Rayo Vallecano con todo el arsenal preparado, sin atender a la Champions que cuatro días después le enfrentará en un partido sin vuelta atrás al Olympique de Lyon y con los cuatro sentidos puestos en el cuadro madrileño, penúltimo clasificado en la Liga y que se presentará en el Camp Nou habiendo enlazado cinco derrotas consecutivas.
A Valverde no le valen ni excusas ni el pasado ni el futuro. Vive el presente, que no es poco, y huye tanto de celebrar como se aleja de malos augurios. Recordando que el equipo viene de una semana de descanso, y que después tendrá otros cuatro días para preparar el duelo continental, argumentó una convocatoria con todos los cracks.
Faltando 36 puntos por jugarse en la Liga, Valverde ofrece la sensación de no querer ahorrar esfuerzos pensando en la posibilidad de cerrar el título cuanto antes. A partir de ahí se entienden, se supone, sus desconfianzas.
El discurso del técnico azulgrana puso sobre la mesa su cautela, su respeto y su poca predisposición a mostrar cualquier signo de optimismo. Menos aún de euforia. “El Rayo está en una situación difícil, pero todos los equipos que están abajo y en dificultades suelen sacar buenos resultados en la parte final de la temporada”, comenzó por advertir el entrenador del Barcelona, quien argumentó la convocatoria de todos los pesos pesados por el descanso disfrutado.
“Venimos de una semana limpia, descansados, y tenemos cuatro días de margen hasta el partido contra el Olympique de Lyon”, explicó el técnico, admitiendo, en voz baja y sin excesivo énfasis, que este sábado “podría haber algún cambio en la alineación”.
No descansará, contra todo lo especulado, se supone, Luis Suárez después de ver como una semana más Valverde descartaba a un Boateng al que le dio un toque de atención tan discreto como evidente (“es verdad que viene quedándose fuera y tiene que trabajar para darle la vuelta a la situación”) a no ser que cambiase el sistema y solventase jugar sin 9, asunto poco probable.
Menos aún se sospecha descanso para Messi, cuya llamada por parte de la selección argentina fue recibida con conformismo desde el Camp Nou porque, lo advirtió el entrenador azulgrana, “que Leo iba a volver a la selección tarde o temprano lo sabíamos todos. No nos preocupa, no me preocupa y me lo tomo con absoluta normalidad”.
La normalidad a través de los ojos de Valverde se entiende citando a sus mejores jugadores sea cual sea el rival. Pensando en la Liga porque “quedan 36 puntos y por respeto y matemáticas no puedo descartar, nunca, al Real Madrid. Y lo que pueda pensar la gente me da igual”.
Pensando en la Champions, el mensaje de cautela del entrenador es igualmente certero. “Ver que caen equipos tan potentes como Real Madrid o PSG después de ir con resultados a favor no avisa de lo dura que es la competición”, aseveró Valverde, quien destacó que en el vestuario azulgrana “debemos ser cautos. De los 4 partidos que se han jugado hasta el momento, han pasado tres segundos de la fase de grupos y el Oporto sufrió mucho para clasificarse. Hay que vigilar y tener cuidado”.