MADRID -- El capitán del Real Madrid Sergio Ramos intentó justificar la forma en que el vestidor está gestionando la difícil situación en la que se ha visto inmerso tras la eliminación del equipo blanco en los octavos de final de Champions League con la derrota por 1-4 ante el Ajax a través de una especie de 'conversación' consigo mismo en su cuenta de Twitter.
“Los jugadores somos los máximos responsables y yo, como capitán, el que más.
Por eso he pensado que la forma más honesta de contestar a las preguntas que circulan a nuestro alrededor es afrontándolas directamente”, escribió el jugador.
Ramos no ha querido pronunciarse en torno a la situación de Santiago Solari, quien podría ser destituido en el transcurso de esta semana, en cuanto el club encuentre a un sustituto, debido a los malos resultados que han llevado al Real Madrid a quedarse fuera de todas las competiciones importantes.
“Es una decisión que no nos corresponde (a los jugadores) y en la que no interferimos nunca. Nosotros tenemos un enorme respeto por el puesto y apoyamos siempre al entrenador del Real Madrid”, señaló el jugador.
Sin nada por qué pelear más que el honor, el central se avocó a defender el suyo. Admitió haber cometido un “error de arriba a abajo” al forzar la tercera amarilla en la victoria por 1-2 en la ida de la eliminatoria ante los holandeses – y peor aún, haber admitido públicamente haberlo hecho al sentirse seguro con el resultado tras el encuentro disputado en Ámsterdam: “te mentiría si dijera que no” respondió, entonces, a pregunta directa sobre su intención de hacerse amonestar a propósito.
A los futbolistas lo que nos gusta es hablar en el campo, pero esta temporada no está siendo así.
— Sergio Ramos (@SergioRamos) 11 de marzo de 2019
El desarrollo de los acontecimientos en las últimas fechas ha sido desastroso y no me escondo, no nos escondemos. pic.twitter.com/ephbTv32CT
También ha justificado haber grabado escenas para un documental en el palco de jugadores del Santiago Bernabéu mientras su equipo caía eliminado por goleada.
“Hay compromisos adquiridos y no pensé ni remotamente que el partido pudiera desarrollarse así. La grabación fue decreciendo con el avance del partido”, señaló.
Hasta ahí llegó el ejercicio de autocrítica.
El defensa aprovechó para mitigar la tensión en torno a la serie de discusiones y reproches que han tenido lugar en el seno del equipo y que han visto la luz a lo largo de la semana.
Negó tener un problema con el presidente de la institución, Florentino Pérez, después de que una filtración a la prensa española hiciera del conocimiento público que habían tenido una fuerte discusión en el vestidor tras la debacle europea cuando el directivo recriminó al equipo su mala actuación. Ramos habría salido en defensa del grupo y en su lugar echó en cara al directivo la “mala planeación” a lo que el presidente respondió con la amenaza de despedirlo.
“Me pagas o y me voy”, habría respondido el central, jugador en activo con más partidos disputados con la camiseta blanca, 603.
En la versión que quiso transmitir el jugador, “no hay problemas”, y la supuesta charla posterior en la que habría reprendido al resto del grupo – y en especial, a Isco – es cosa de todos los días.
“¿Discutiste con el presidente?
Las cosas de vestuario se hablan y resuelven ahí. No hay problema alguno y un solo interés de todos, el Real Madrid.
¿Les diste una charla a los compañeros e hiciste reproches?
En el vestuario hablamos siempre y nos motivamos de forma constructiva”, escribió.
Además, intentó normalizar el último inicidente hecho público por una filtración, el que apunta a que le sevillano tuvo una fuerte discusión con Marcelo en el entrenamiento del sábado. Una simple “anécdota”, vino a decir.
“¿Tuviste un encontronazo con Marcelo?
Tenemos piques en todos los entrenamientos. Forma parte del trabajo con tensión, pero es una mera anécdota del día a día. Marcelo es como un hermano”, escribió el central. Eso sí, se aseguró de recordar que pese a no poder jugar en Valladolid el pasado domingo debido a una sanción por acumulación de tarjetas, cumplió con su deber de capitán viajando con el grupo.
“Quería estar cerca y apoyar a mis compañeros”, dijo.
“Estas reflexiones sin duda son consecuencia de una temporada profundamente decepcionante, pero si no nos detuvimos con el éxito, no nos vamos a detener con la derrota. Estamos obligados a seguir, a trabajar y a evolucionar”, recordó.