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Valverde ajusta al Barça con dos piezas pendientes

BARCELONA -- Encantado con la adaptación de Antoine Griezmann y Frenkie De Jong, Ernesto Valverde regresó de Japón convencido de la mejora colectiva de la plantilla del Barcelona, que espera cerrar antes del comienzo de la Liga, el 16 o 17 de agosto en Bilbao, con la incorporación de un lateral zurdo y, dependiendo de qué ocurra con Malcom, un nuevo delantero.

A tres semanas del inicio del campeonato el objetivo del club azulgrana, reconocieron fuentes consultadas por ESPN Deportes, es “ajustar la plantilla” acelerando las salidas en la medida de lo posible y consumando esos últimos fichajes solicitados por el entrenador.

En ese sentido, el área deportiva, de la que ha quedado como mayor representante Eric Abidal tras la salida de Pep Segura, trabaja con pleno conocimiento del presidente con el objetivo de cuadrar los deseos de Valverde y las necesidades de la entidad.

Pendiente del Betis por desencallar el fichaje de Junior Firpo, quien sigue siendo el objetivo número uno para convertirse en la alternativa de Jordi Alba, en el Camp Nou hay orden de mantener absoluto silencio respecto a Neymar, tras confirmarse la extrema dificultad que entraña su posible incorporación y que apenas ha tenido movimientos durante el último mes.

Valverde entiende que se valore la opción de traspasar a Malcom, cuyo agente mantuvo una reunión con ejecutivos del club al regreso de las vacaciones dos meses después de conocerse que su permanencia no era, en absoluto, indispensable a ojos del entrenador y, en cambio, podía ser una buena fuente de ingresos.

Pero en ese caso el técnico se mantiene firme en sumar una nueva pieza que, entendiéndose secundaria, le ofreciera mayor confianza de la que representó el pasado curso Malcom. Si la polivalencia de Griezmann ya se ha mostrado excelente, pudiendo convertirse en una alternativa a Luis Suárez a pesar de la diferencia entre ambos, un jugador contrastado y que pueda jugar por las dos bandas es el deseo del entrenador azulgrana.

Y, entendiendo la dificultad de que ese nombre fuera Neymar (quien para nada sería secundario), el Barça rastrea la opción, nada clara pero tampoco en absoluto descartada, de ofrecer una alternativa válida y viable.