BARCELONA -- El Barça está muy vivo.
El campeón tiene fortaleza y argumentos para esperar con ganas, pero sin urgencias ni miedos a Leo Messi o, al menos, eso mostró el domingo al convertir su presentación liguera en una exhibición en la que el Betis acabó rendido el Betis por 20 minutos especiales del cuadro catalán, que arrolló 5-2 sin piedad a su rival.
A falta de Messi se catapultó al plano Antoine Griezmann, magnífico en el remate, la definición, el pase, la presión y el juego de combinación y protagonista indiscutible para comenzar la remontada.
El Barça, que acabó por disfrutar de una goleada, comenzó abajo en el marcador, pasó minutos de nervios y descubrió la capacidad del delantero francés.
Excelente en la presentación, el equipo de Ernesto Valverde embotelló al Betis a base de un juego de combinación rápido y efectivo con protagonismo especial de Jordi Alba y se destacó como el líder que no alcanzaba a ser Frenkie De Jong, pero en el que colaboraba con acierto Griezmann, liberado en ataque y que abría espacios al arrastrar a la defensa.
Jugaba a gusto el Barça, sufría el Betis, se divertía el público y de pronto, el optimismo se apagó. Busquets decidió hacer un arriesgado pase horizontal en el centro del campo hacia Rafinha, quien no atendió a la llegada desde atrás de Sergio Canales, quien le robó el balón para ofrecerlo a Lorenzo Morón, mientras Nabil Fekir se marchaba disparado entre los centrales para recibir el pase vertical y, apenas entrar en el área, lanzar un disparo duro, raso y ajustado que superó a Marc-Andre Ter Stegen.
Apenas se había cumplido el primer cuarto de hora y la fiesta se venía abajo en un Camp Nou incrédulo por la mala fortuna de su equipo que, para nada, merecía tal castigo en el marcador y que, peor aún, lo encajó entre mal y peor en el ánimo.
Barcelona reaccionó rápido, mantuvo cinco minutos el tono, pero, poco a poco perdió el orden al esperar sin encontrar a De Jong y al entrar en una especie de colapso que dio calma al Betis.
El Bará pasó del disfrute a la impaciencia hasta que cerca del descanso, un magnífico centro en diagonal de Sergi Roberto lo remató espectacularmente de primeras Griezmann a la red. Una jugada aislada, rápida e inesperada le devolvió el pulso al campeón, que lamentó la llegada del descanso, pero ya no aflojó el ritmo.
A mantener la intensidad
Urgente por volver al campo, el Barça convirtió el inicio del segundo tiempo en un acoso absoluto a un Betis atrapado en su terreno, sin saber encontrar espacios para la contra y entregado a una intensidad magnífica de los jugadores azulgranas que le castigaron sin piedad en un cuarto de hora soberbio.
Comenzó Griezmann al recibir en el ángulo del área un pase de Roberto para colocarlo en la escuadra contraria de Dani Martin, quien fue incapaz de responder a su magnífico disparo de rosca.
El Barça, al minuto 49, ya había remontado el 0-1, pero, lejos de tranquilizarse, intuyó que era el momento de apuntillar a un rival hundido y se lanzó como un animal en busca de acabar con la presa.
Carles Pérez le dio sabor canterano al triunfo con un gol, otro, excelente tras recibir el balón de Nélson Semedo en la frontal del área y buscar con pausa en horizontal un hueco para, de pronto, sorprender con un disparo raso y ajustado al que no pudo responder el meta bético, quien solo tardó cuatro minutos en recibir otro gol, esta vez de Jordi Alba, asistido por Sergio Busquets en su entrada por el lado izquierdo del área antes de rematar cruzado.
Aún hubo tiempo para que Griezmann le regalase un gol a Arturo Vidal, para que Loren descontase con un gran remate lejano y que Ansu Fati, el chaval de 16 años, se convirtiera en el segundo debutante más joven de la historia liguera del Barça, sólo por detrás de Vicenç Martínez, quien lo hizo en la temporada 1941-42 con 16 años y 280 días, 20 días menos que el joven guineano.
Del sufrimiento a la euforia se pasó en un abrir y cerrar de ojos con el Barça desbocado, junto a la hora de posicionarse y combinar, rápido en la presión y ágil en el repliegue.
En espera preocupante por Messi, alarmado por la ausencia del capitán, el campeón solventó su presentación en el Camp Nou con una victoria magnífica. Excepcional.