BARCELONA -- Entre el Leganés de Javier Aguirre y el Alavés de Asier Garitano, entre el 23 de noviembre y el 21 de diciembre, el FC Barcelona se enfrenta a un mes que se adivina decisivo en su temporada. Ocho partidos de alto riesgo en que no solo se jugará el mando de la Liga sino, más importante aún, su futuro en la Champions League que puede dejar sentenciado a la primera… O despedirse en Milán.
Seis jornadas de Liga, con el Clásico entre ellas, y las dos últimas fechas de la fase de grupos de la Champions en 28 días trascendentales, prácticamente un partido cada tres días que obligarán a un esfuerzo máximo y a una gestión perfecta de los descansos por parte de Ernesto Valverde, tan atareado en cubrir las ausencias obligadas por sanciones (Sergi Roberto en Leganés o Piqué ante el Borussia Dortmund, como por lesiones (Semedo y Jordi Alba) en una defensa especialmente señalada en este momento de la verdad.
El equipo azulgrana comienza el tour este sábado en Butarque enfrentado a un Leganés que solamente venció un partido en todo el campeonato liguero, pero que parece revivido con la llegada del Vasco Aguirre… Y que hace un año ya fue capaz de batirle. Un duelo tan simple sobre el papel como incómodo se adivina como suelen ser las visitas a un estadio en el que sufrió para ganar el Atlético y en el que solamente venció con comodidad el Villarreal.
Cuatro días después el Barça recibirá en el Camp Nou al Borussia Dortmund en un partido trascendental. Ganar le catapultaría a los octavos de final de la Champions matemáticamente y como campeón de grupo… Pero un empate o una derrota, si el Inter gana en Praga al Slavia, le dirigiría al peor de los escenarios: jugarse a cara o cruz en San Siro el pase.
Si en Leganés Valverde deberá formar una defensa inédita por las ausencias de Semedo y Jordi Alba, ante el Borussia se sumará la de Gerard Piqué, entendiéndose obligada la alineación de Samuel Umtiti, cuyo estado físico ocupa y preocupa en el club, después de haber jugado apenas dos partidos desde el inicio de curso por sus constantes molestias en la rodilla.
Tras recibir al Borussia tocará regresar a Madrid para visitar al Atlético del Cholo Simeone en el Wanda Metropolitano, en un choque tan importante para el Barcelona como trascendental para el equipo colchonero y es que si un tropiezo podría descabalgar a los de Valverde del liderato liguero con el Clásico a la vuelta de la esquina, una derrota de los rojiblancos les alejaría peligrosamente de la cabeza de la clasificación.
Después recibirá al Mallorca en el Camp Nou para, al cabo de tres días, cerrar en San Siro la fase de grupos de la Champions en un duelo ante el Inter de Milán que puede ser de trámite si se ha ganado antes al Borussia… O decisivo en caso de no haberlo hecho y que dependiendo de ello provocará que Valverde pueda echar mano de las rotaciones ante la siguiente semana.
Y es que de Milán el Barça viajará a San Sebastián para visitar a una Real Sociedad a la que venció en sus dos últimas visitas ligueras… Después de no hacerlo en las siete anteriores, habiendo ganado 4 de los últimos 14 partidos en Anoeta para dar idea de la dificultad máxima que supone este desplazamiento que será el anterior al Clásico del 18 de diciembre.
Ante el Real Madrid podría, con suerte, tener Valverde a toda la plantilla a punto para un encuentro que se entiende no definitivo ni decisivo en la suerte de la Liga pero si trascendental, para los dos equipos y con vistas a cerrar el año con tranquilidad, antes de la despedida, también en el Camp Nou, frente al Alavés.